El uso de alhajas de las ñapangas está profundamente relacionada a los símbolos de la religión católica la cual se implanta en Popayán desde el siglo XVI, siendo altamente utilizadas por las ñapangas quienes usualmente iban adornadas con collares, candongas y otros accesorios con el fin de ostentar sus riquezas, elaborados por la técnica de filigrana, una técnica implementada dentro de la orfebrería de fundición indígena de la región.