Juguete balancín en forma de caballo realizado en cartón-piedra y policromado. Sobre unos listones curvados para poder crear el efecto de balancín, se apoya la figura de bulto redondo de un caballito sobre el que el niño se sentaba para mecerse, simulando el trote del animal. Los caballos balancín fueron un juguete muy popular a principios del siglo XX y protagonistas de muchas fotografías infantiles de está época.