Roman tunnel of Montefurado

Este túnel situado en las inmediaciones del Camino de Invierno a Santuiago de Compostela, no es un elemento natural, sino que en el siglo II y por orden del emperador Trajano, los romanos agujerearon la montaña para aprovechar el oro que traía el río Sil. En la actualidad el túnel tiene una longitud de unos 52 metros. En el año 1934 una gran riada provocó el derrumbe de la mitad del túnel, que originalmente tenía unos 120 metros, y este quedó tapiado y devolvió al río por su antiguo canal, anegando tierras y cultivos. El río no vuelve la circular por el túnel hasta 1941 ya que nuevas riadas y la Guerra Civil Española impidieron que se finalizara la reparación, tras la cual, las tierras por las que circulaba el río se quedaron como humedales de gran biodiversidad. Este derrumbamiento supone que no existan restos en la actualidad del castillo que se situaba sobre el túnel, el cual se puede encontrar en diversos documentos gráficos y en las historias del lugar.