La Orden de San Francisco de Asís fue una de las primeras congregaciones religiosas que se asentaron en el territorio filipino. Después de instaurarse de manera exitosa en Nueva España, los predicadores franciscanos arribaron a las Indias Orientales Españolas durante las primeras etapas de la colonización hispánica (1524-1898).
Ampliamente representado, la popularidad de san Francisco refleja la importancia que la orden franciscana tuvo desde un inicio para la conformación espiritual de Filipinas.
Con atención a los pliegues y de finos rasgos orientales, en la primera pieza se evidencian los tres elementos característicos del también llamado poverello d'Assisi [pobrecillo de Asís].
La exposición de la coronilla como símbolo de consagración a Dios; el modesto sayal, como muestra de humildad, y el cordón atado a la cintura, cuyos tres nudos recuerdan los votos de castidad, pobreza y obediencia.