La extraordinaria tabla en Museo Soumaya da cuenta del estilo más depurado de Mola. La pincelada entrecruzada y cargada de pigmento le da al óleo una sólida densidad. Las manos de san José evidencian el trabajo del carpintero. La luz que emana de la parte superior derecha toca las páginas arrugadas del libro y enfatiza las líneas de expresión en gran naturalismo.
Debido a la cantidad de obras que aparecen en los inventarios, así como a su venta bajo títulos erróneos, resulta difícil su identificación. Cabeza de un filósofo o Cabeza de santo pueden tratarse de esta tabla hoy mexicana.
En el inventario de 1679 de la colección de Lorenzo Onofrio Colonna, príncipe de Paliano, se menciona: una cabeza de anciano autógrafa del Mola. Las medidas coinciden con este san José.
Francesco Petrucci refiere, en el catálogo razonado del maestro, el hallazgo de un registro del 31 de enero de 1714 en el acervo del cardenal Giovanni Battista Costagui: cuadro de tela de una cabeza de un anciano del Mola con marco dorado. Si bien difiere el soporte, el especialista suscribe que puede tratarse de esta obra.
Con acentos lumínicos heredados del Guercino y Giorgione, san José absorto en la lectura acaso busca la genealogía de la casa de Jessé y David que lo exaltan como el padre terrenal del Salvador.