Escultura que representa a una dama musicante vestida con kimono estampado de flores y con abanico en la mano. Forma parte de un conjunto de siete damas danzantes y musicantes.
Después de los primeros contactos comerciales con el Japón, establecidos por la Compañía de Indias, se desarrolla en la Europa del siglo XVIII una notable afición por la ´chineserie´, de manera que el mercado japonés terminó fabricando prototipos para su exportación. Una buena parte de la Colección Soria, a la que pertenece esta figura, tiene ese origen.