La mirada distanciada, observar el mundo que me rodea, la cotidianidad, desde el extrañamiento. La imagen se desdobla, se invierte, se nubla... Por sectores, las siluetas se desdibujan y se funden (¿en el espacio? ¿en la luz?).
Pintar es mi forma de entender, de relacionarme con esa realidad que me envuelve pero que al mismo tiempo se me presenta lejana, distante. La pintura me aproxima a ella. Desde el lenguaje pictórico puedo explorar esa realidad, sus sensaciones espaciales, temporales, afectivas.
Un clima de nostalgia lo invade todo, una insistencia en la fragilidad. “Pintar tu imagen es insistir en hacerte presente mientras te vas”.
Fuente: Catálogo Premio Itaú Cultural Artes Visuales 2019-2020.