Plato de Talavera. En el centro aparece un león saltando entre diversa vegetación. Esmalte blanco y los colores usados son: azul, manganeso, melado y verde.
Este plato está en estrecha relación con las manufacturas de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo. En ambas, los alfares existen desde la etapa medieval, aunque serán famosas por las obras realizadas a partir del siglo XVI. Pertenece a la llamada serie polícroma, en la que el estilo es más pictórico que dibujístico y los elementos protagonistas de las escenas se muestran cargados de teatralidad y expresión dramática.
El plato tiene un diámetro de 30,5 cm y una altura de 6,5 cm.