Modest Urgell, discípulo de Ramon Martí i Alsina, estudió en París con Gustave Courbet. Pero su obra se alejó del realismo y, dentro de los cánones academicistas, anuncia el simbolismo.
Esta pintura alegórica, sobre el sitio de Girona por parte de las tropas napoleónicas, muestra los muros desiertos de la muralla de Girona y la silueta de la ciudad derrotada bajo un cielo crepuscular.
El vuelo de un águila evoca la figura imperial de Napoleón. Y, al pie de la muralla, símbolo de la derrota de la ciudad, crece una mata de laurel, signo de la victoria moral de Girona.