La Sagrada Familia aparece representada en un punto intermedio entre una rica arquitectura con decoración de tipo renacentista y una mesa que aparece en primer plano, sobre la que hay frutas (ciruelas, peras y uvas) y un recipiente cerámico con flores. Al fondo se abre un vano por el que podemos apreciar un bello celaje invadido por pájaros y ramas de árboles.
En ese espacio encontramos a la joven figura de María, ataviada con una diadema de perlas y con el velo recogido, que sostiene al Niño Jesús, a quien ofrece el pecho. La figura del anciano San José acariciando al niño aparece en segundo plano.
¿Te interesa Visual arts?
Recibe novedades con tu Culture Weekly personalizado
¡Todo listo!
Tu primer Culture Weekly llegará esta semana.