Nombramiento de Don Joaquín Gutiérrez de Celis como teniente de chanciller de la Chancillería de Granada, otorgado por el chanciller titular, el marqués de Aguilar.
Desde la Edad Medía, al Chanciller del Sello Mayor correspondía el sellado, con el sello de plomo, de todos los documentos expedidos en pergamino por las Contadurías de Hacienda y el Consejo Real, y de las ejecutorias dadas por las Chancillerías de Valladolid y Granada. Las provisiones y ejecutorias expedidas en papel por las Chancillerías y las Audiencias meras y las emanadas de los Consejos se validaban con sello de placa.
En Castilla hubo un único Chanciller del sello mayor que desempeñaba el oficio por medio de lugartenientes. Estos eran tres: uno para la Chancillería de Valladolid, otro para la de Granada, ambos con la misión de la custodia y aposición del sello en los documentos, y otro para la Contaduría de Hacienda que intervenía únicamente en la expedición documental.
El oficio de Chanciller del Sello Mayor estaba vinculado a la familia Manrique desde el primer marqués de Aguilar, D. García Fernández Manrique en tiempos de Juan II. Las improntas eran de plata para las matrices de los sellos de placa, que habían de llevar los documentos expedidos por la Chancillería en papel; y el cuño de acero o turquesa se utilizaba para fundir el sello de plomo que llevaban los documentos en pergamino.