Conocidas internacionalmente por los trabajos de Joan Vila-Grau, que las puso en relación con el texto del tratado escrito por el monje medieval Teófilo, las tablas gerundenses se caracterizan por una excepcionalidad que los últimos estudios de Anna Santolaria destacan aún más: en todo el mundo solo hay otra pieza de unas características equiparables a las de estas tablas, que ofrecen un testimonio inestimable de los procedimientos técnicos medievales.