Hermosa vista del Zócalo Capitalino que gozaron nuestro padres y abuelos a principios de los años 40, con detalles de jardineras, palmeras y fuentes que hacían muy amable la estancia ante los monumentales edificios que marcan las dos ramas que han sustentado la nacionalidad, el laico edificio del Palacio Nacional y la Catedral de la religión mayoritaria del pueblo de México