La obra utiliza la repetición de un objeto como el automóvil para despertar cierta identidad, no sólo con su significancia sino también con su escala y temporalidad. Esto ya plantea un tipo de escenificación con porciones de terrenos en yuxtaposición a figuras sobre un vacío. De esta manera subyacen las imágenes a las que me interesa apelar, instalando cuestiones sobre la manera en la que habitamos el planeta y nuestra relación con él. Los materiales aparecen en la composición como alusión a nuestras construcciones, la degradación y desertificación provocadas por la acción humana.