La provincia de Vélez, además de ser un lugar de asentamiento para españoles, fue un lugar donde se desarrolló la práctica de la confección de sombreros a manos de las mujeres, siendo éstas ejemplo de trabajo y desarrollo de la economía de la región. Estos productos consisten en sombreros de copa redonda y ala no muy grande cosida con caña y fique para darle mayor resistencia a la paja de iraca o toquilla, el cual se acompaña de una ancha cinta negra. Estos sombreros eran usados tanto por ellas mismas, como comercializados a los españoles.