Lorenzo fue uno de los nueve hijos de Giambattista Tiepolo (1696-1770) y Maria Cecilia Guardi (c 1683-1727), hermana del afamado paisajista Francesco Guardi (1712-1793). Junto con su hermano Giandomenico, hacia 1745 se volvió pupilo de su padre y lo ayudó en numerosas comisiones para decorar estancias palaciegas. Ambos trabajaron, además, en la ornamentación de iglesias y suntuosas viviendas de Venecia, Milán, Verona, Bérgamo y Madrid.
El artista aprovechó las enseñanzas de su predecesor y afianzó su estilo como retratista al pastel. Para 1761, Lorenzo quedó inscrito en la Cofradía de Pintores de Venecia. Su obra se caracteriza por el excelente manejo de dicha técnica, lo cierto es que se convirtió en el vehículo favorito para ejecutar tanto retrato íntimo como escenas religiosas. En la obra se puede apreciar la textura aterciopelada y un colorido especial de tonalidades claras, azules, rosas, conjugado con espléndidas veladuras en esta escena de la Virgen con el Niño.