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Caballos salvajes

Montes Iribarren, Jesús2000

Universidad Pública de Navarra

Universidad Pública de Navarra
Pamplona, España

Jesús Montes es un pintor que ha bebido del postimpresionismo expresionista francés en su vertiente técnica, así como del fauvismo en su vertiente de invención cromática. De los artistas españoles adscritos a este último movimiento ha tomado a menudo Montes cierta iconografía femenina; igualmente, ha mirado a veces a la pintura noventayochista española, en iconografía y también en devoción tonal. Otra influencia suya –mucho más lejana– es la del primer expresionismo alemán, al que ha seguido en algunos cuadros de iconografía urbana. En cualquier caso, Montes evidencia una devoción que podríamos calificar de orgullosamente atemporal por los maestros de la primera modernidad pictórica. Se supone ante su obra que nada de lo sucedido en las vanguardias históricas o después de ellas le interesa, a no ser ciertos modos de hacer que –denostando la radicalidad de aquellas, o mirando tal vez sus fuentes– renovaron en España la pintura más tradicional y académica. Piénsese en la relación que guardan algunos paisajes del autor con la Segunda Escuela de Vallecas, por ejemplo.
Caballos salvajes es una obra donada por el autor a la Universidad. Creo que es una obra extraña de por sí. También es extraña en el hacer más habitual de Montes, pues sólo en ciertos aspectos técnicos y en un solapado simbolismo se aproxima a las influencias señaladas arriba. Desde un punto de vista plástico, puede notarse dominio en el dibujo de la anatomía de los caballos y en el equilibrio compositivo que mide los pesos de las formas y del color. Por otro lado, y ahí el lienzo entabla dura batalla con la luz ambiente, la aplicación matérica, siendo densa, no se encamina tanto a construir las figuras o el espacio, más bien opera sustituyendo a la línea, suplantando al dibujo.
Montes ha relatado que cuando tenía dos años vio un boceto de un mural de su padre, el pintor Gaspar Montes Iturrioz, con motivos de caballos. Según el autor, esta pieza, pintada en el valle navarro de Baztán, está inspirada en aquel boceto.
Multitud de caballos –algunos claramente representados, otros apenas insinuados– aparecen en un espacio confuso. Podría ser, por sus tonos, un bosque en otoño o invierno, de noche. Pero no se trata de una imagen verosímil, no revierte claramente en la realidad.
Jesús Montes ha presentado numerosos lienzos en torno al mismo motivo (a veces con el mismo título) en otras ocasiones. Habitualmente los animales aparecen en variados enfoques y ángulos de visión, pintados en un cromatismo vibrante, estridente, que llena tanto el fondo como las propias figuras de los caballos. A la postre el autor representa la belleza rítmica y exuberante de la especie, sujeta al simbolismo tradicional. Pero aquí los caballos se confunden literalmente con el espacio; salvo algunas figuras más claras el resto se acercan con esfuerzo y finalmente se pierden. En mi opinión, Montes abandona en este lienzo la representación de aquella corporalidad libérrima compartible, para exponer una obsesión extraña que es absolutamente personal.
Amaya Ascunce Parada

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  • Título: Caballos salvajes
  • Creador: Montes Iribarren, Jesús
  • Lugar de nacimiento del creador: Irún, España
  • Fecha: 2000
  • Dimensiones físicas: 175 x 100 cm
  • Origen: Donación
  • Tipo: Pintura
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