15 años sin Gianni Versace

Descubre el universo estético de Versace y respira el arte de la Magna Grecia que inunda las creaciones de este genio de la moda.

Versace Family (1992)LIFE Photo Collection

Mirando al arte

¿Cómo resumir las influencias artísticas que confluyen en el estilo creado por Versace? En líneas generales, en las colecciones de este genial modista se reconoce su pasión por la cultura grecolatina, el arte bizantino, el Renacimiento, lo barroco, el Neoclasicismo, el Art Decó y todo el arte contemporáneo, incluyendo, como no, la cultura popular americana. A todo ello debemos sumar la estrecha relación del modista con las artes escénicas -teatro, danza y ópera- en las que participó durante toda su carrera como diseñador de vestuario.

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Biografia

1946
Gianni Versace nace en Reggio Calabria, Italia, el 2 de diciembre. Desde edad temprana ayuda a su madre, costurera, en sus labores artesanales, encargándose de acopiar piedras preciosas e hilos de oro para realizar bordados de fantasía.

1972
Se traslada a Milán, en ese momento capital de la moda italiana. Allí estudia arquitectura y realiza sus primeras colecciones de prêt-à-porter para las marcas Genny, Complice y Callaghan.

1975
Presenta su primera colección en piel para la firma Complice.

1978
Crea la firma que lleva su nombre, apoyado por el saber hacer empresarial de su hermano Santo. El 28 de marzo de 1978 desfila su primera colección en el Palazzo della Permanente, en Milán.

1982
Gana el premio L’Occhio d’oro al mejor diseñador por su colección de otoño-invierno, en la que aparecen por vez primera sus tejidos de malla metálica. Ese año empiezan sus primeras colaboraciones con el mundo de la escena, diseñando el vestuario del ballet Josephslegende de Richard Strauss para la Scala de Milán. Repite con Lieb und Leid, de Gustav Mahler.

1985
Exposición en París de artistas internacionales en torno a la obra de Versace. En octubre es llamado por el Museo Victoria & Albert de Londres para hablar sobre la exposición Arts&Fashion. Para la ocasión, presenta una colección que desfila en torno a una escultura helenística del propio museo.

1988
La colección P/V de este año es crucial en la carrera del diseñador. En ella empiezan a tomar protagonismo los bordados de pedrería y se multiplican las referencias culturales, con grandes volúmenes que provienen de las armaduras de polisones y miriñaques del siglo XIX.

1990
Primer desfile de Atelier Versace en el Hotel Ritz de París. Los colores fluorescentes invaden la pasarela de primavera/verano de este año.

1991
Exposición Versace Theatre en el Royal College of Art de Londres. La exposición L’abito per pensare se presenta en el Kobe City Museum de Japón. Con sus colecciones de 1991, Versace da el paso definitivo en su carrera triunfal. Exultante de creatividad y fantasía, el italiano concibe unos desfiles espectaculares protagonizados por las top models del momento.

1993
Premio al mejor diseñador del Council of Fashion Designers of America, considerado como el Oscar de la moda. Nueva colaboración con Béjart en Sissi la emperatriz anarquista. El estilo Versace se suaviza un tanto, con especial interés por la moda del siglo XVIII, especialmente la neoclásica, que se aprecia en delicados escotes y cortes imperio.

1994
En el desfile de primavera/verano de este año, la primera modelo que recorre la pasarela es Kate Moss, lo cual ya define el cambio que se puede observar en los diseños. Más minimalista, sin llegar nunca a ser un minimalista, muestra una gran influencia de la estética rocker.

1996
Participa en la primera edición de la Bienal de Florencia, dedicada al tema El Tiempo y la Moda. Las colecciones de este año se muestran menos barrocas, con preferencia por tonos matizados que sorprenden especialmente en sus clásicos tejidos metálicos.

1997
Presentación en Florencia del ballet de Béjart Barocco Bel Canto, con vestuario de Versace. Muere el 15 de julio en Miami. Franco Zeffirelli le dedicó estas palabras: “Con la muerte de Versace, Italia y el mundo pierden al diseñador que ha liberado la moda del conformismo, regalándole la fantasía y la creatividad”.

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“Hace años que vengo explorando también yo los territorios de una posible colaboración, convencido como estoy de que nuestro trabajo artesanal, integrado en el arte, se acercaría al valor y a la credibilidad de una expresión artística y podría generar resultados sorprendentes incluso en la tecnología”.

Versace Family (1992)LIFE Photo Collection

“Reggio es el reino donde dio comienzo la fábula de mi vida: la sastrería de mi madre, la boutique de Alta Moda. El lugar donde, desde pequeño, empecé a apreciar la Ilíada, la Odisea, la Eneida, donde empecé a respirar el arte de la Magna Grecia".

Gianni Versace

Blusa de metal negro (1982/1982) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Pliegues y drapeados

Desde las primeras colecciones, las formas del arte clásico griego y romano están presentes en sus diseños. Uno de los rasgos definitorios de la escultura de ese período de la Historia del Arte, especialmente del estilo helenístico, es el tratamiento que recibe la indumentaria. Los pliegues y drapeados característicos de mantos y túnicas tienen un papel protagonista, fundiéndose muchas veces con el cuerpo en un intento por mostrar la fisonomía de las figuras sin desnudarlas.

Este arte de dominar la caída del tejido sobre el cuerpo femenino, arte en el que son maestros tanto Fidias, el gran escultor del Clasicismo ateniense, como Vionnet, la primera modista que usó el corte al bies para un vestido, fue revitalizado por Versace en su búsqueda incansable de nuevos efectos de drapeado. Por ejemplo, ejecutándolos con tejidos metálicos para lograr resultados de una tensión dinámica nunca antes vista en la moda.

Vestido de cóctel tipo túnica (1994/1994) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

La riqueza decorativa y el brillo deslumbrante del arte musivario bizantino fueron otro de los referentes del diseñador. Se ha dicho que de la misma manera que los mosaicos de Rávena aligeran visualmente la pesadez tectónica de los templos bizantinos, los mencionados tejidos metálicos del modista, que se construyen mediante pequeñas placas similares a las teselas, muestran esa paradoja visual entre la pesadez propia del metal y la ligereza del efecto visual.

Tanto el diseño anterior como este nos hacen rememorar los tejidos metálicos empleados por los gladiadores.

Vestido de cóctel tipo túnica
1994

Vestido de cóctel con cristales Swarovski (1997/1997) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

La influencia del Art Decó

También es evidente en este vestido el influjo del Art Decó y de la moda de los años 20, centrándose en las figuras geométricas y el uso de cristales cubriendo la superficie.

Vestido de cóctel con cristales Swarovski
1997

Torso de Venus (1892/1892) de J. TrillesMuseo del Traje, Madrid

Seducción

En el último tramo de su carrera, las obras de Versace revelan la predilección del modista por las líneas sinuosas definidas por la forma natural del cuerpo femenino. Como en la escultura helenística, representada aquí por un torso de Venus cargado de sensualidad, la simetría y lo predecible son elementos a evitar en todo momento, para lo cual es habitual hacer uso de recursos que podemos considerar manieristas.

Vestido negro de fiesta largo y recto (1996/1996) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Corsés de metal

Así, de la misma manera que el manto de Venus asciende por su espalda sin que podamos entrever donde se prende, pero asegurando el efecto deseado en la visión frontal de la pieza, el vestido de noche negro que acompaña a la escultura propone la inversión de la curva del escote en la espalda para sorprender al observador. Esta idea, tomada de los cartones de pecho usados por las mujeres durante la Edad Moderna, fue uno de los leit motiv de sus vestidos de noche de mediados de los 90, armados con rígidas estructuras internas.

Vestido negro de fiesta
1996

Vestido de fiesta en crep de seda (1996 - 1997) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Gusto por el efectismo

En este vestido se pone en manifiesto el gusto por el efectismo, sin duda una de las características de Versace como lo fue de la escultura helenística. A ello ayuda, y no poco, el exceso decorativo, que en el modista italiano adquiere un misticismo próximo al del arte religioso.

Vestido de fiesta en crep de seda
1996-1997

Antinoo (1887/1887) de D. BruccianiMuseo del Traje, Madrid

Hombre latino

Versace trató de liberar al hombre de las constricciones habituales en el campo de la moda masculina, a través de la relectura de los materiales y los volúmenes durante los años 80, para llegar a un decorativismo alegre y desenfadado en los 90. En la imagen, busto de Antinoo, favorito del emperador Adriano y representado gran número de veces en la escultura romana por voluntad del mismo emperador, es sinónimo de la sensualidad que caracteriza a la estética de Versace.

Chaqueta americana estampada (1992/1992) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

La influencia del South Beach de Miami

Esta americana forma parte de las creaciones concebidas por Versace bajo el influjo del South Beach de Miami. El salto de Versace a Miami supuso para el diseñador la entrada en un mundo de estímulos que propició un nuevo giro en su percepción del vestir, principalmente en lo que respecta al color. De la relativa sobriedad cromática de los años 80 salta a los tonos fluorescentes y crea en los estampados una estética inconfundible y ecléctica en la que conviven referencias a la cultura popular con motivos clásicos y prints animales.

Chaqueta americana estampada
1992

Escultura helenística (1887/1887) de Otto AstMuseo del Traje, Madrid

Feminidad

En el 1984 Versace ya gozaba de un prestigio inmenso para una firma con apenas seis años de existencia. Desde sus inicios el modista supo promocionarse internacionalmente acudiendo a fotógrafos de la talla de Richard Avendon o Bruce Weber, que proyectaron al mundo entero la imagen de la mujer Versace. Sus propuestas de los años 80 fueron edificando las bases de ese discurso que eclosionaría en la década siguiente, pero la obra de este período por sí sola lo convertiría ya en uno de los diseñadores más importantes de la moda contemporánea. En esta figurita helenística encontramos a dos mujeres tapándose por completo y dando lugar a un rico juego de pliegues y drapeados que se pueden encontrar en las prendas de Versace en su reinterpretación de la mujer contemporánea.

Capa larga de lana marrón (1984/1984) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Comme des Garçons y Versace

Resulta interesante la comparación de Versace con otra de las renovadoras de la moda del momento, Rei Kawakubo, que asombraba en París con su marca Comme des Garçons. Kawakubo deconstruyó la moda para crear una mística ascética, monacal, que se encuentra en la base del minimal de los 90. Por el contrario, Versace, a través de la reinterpretación de materiales y formas, dio lugar a una mística glamourosa que no cerraba la puerta a la coquetería femenina.

Capa larga de lana marrón
1984

Abrigo cruzado de lana y cachemira rojo (1984/1984) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Una mujer fuerte, independiente

Tanto la capa de la imagen anterior como este abrigo reflejan la concepción de una mujer fuerte, independiente, a la que viste con sobreabundancia de tejido, revisitando el guardarropa masculino para tratar de crear modelos perdurables como lo suelen ser las prendas para hombre.

Abrigo cruzado de cachemira rojo
1984

Orfeo, Mercurio y Eurídice (1885/1885) de V. de SimoneMuseo del Traje, Madrid

Asimetrías

En este relieve de Orfeo y Eurídice se puede apreciar el efecto de “paños mojados”, nombre con el que se conoce el recurso plástico mediante el cual se trasluce la forma del cuerpo a través del tejido. En Versace esta investigación sobre el drapeado y sus posibilidades es un rasgo esencial: si en la estatuaria clásica fueron una de las principales preocupaciones de los artistas, en él son casi una obsesión y en sus talleres se sometía a un constante ejercicio de prueba y error en busca de resultados óptimos.

Vestido de cóctel negro (1991/1991) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Inspiraciones de los años 20, 30 y 40

Para concebir sus vestidos de noche, Versace puso un énfasis especial en el estudio de los materiales con el objeto de innovar en las caídas de los tejidos y renovar las estéticas de modas pasadas, principalmente las de los años 20, 30 y 40, a las que acudió una y otra vez como fuente de inspiración.

En este vestido se aprecia el interés de Versace por los contrastes de materiales y técnicas como herramienta de revitalización de los mismos. La manga de encaje no hace sino enfatizar la asimetría del escote, cuya ancha solapa remite a los escotes drapeados creados por Vionnet, que el mismo Versace había reinterpretado en su colección de primavera/verano del 89.

Vestido de cóctel negro
1991

Vestido negro de crep de lana (ca. 1997) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Una experimentación continua

En este diseño podemos atestiguar la continuidad del experimento de Versace: de nuevo la ruptura de la simetría, de nuevo los efectos contrastados de materiales, aquí en la hombrera de la parte sin manga, en piel pespunteada que, a su vez, enfatiza el carácter militar de la línea años 40 y, de paso, nos remite a las protecciones de los gladiadores romanos.

Vestido negro de crep de lana
1997

Vestido de seda blanco estampado (1994/1994) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Combinación de estampados

El contraste como recurso recurrente en la obra del italiano se puede apreciar también en la combinación de estampados. Tal es el caso del conjunto formado por este vestido...

Vestido de seda blanco estampado
1994

Abrigo de seda blanca estampado (1994/1994) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

...y este abrigo, un conjunto de Alta Costura en el que se mantiene la unidad cromática pero se utilizan dos estampados bien distintos, como son el rayado tipo cebra y las estrellas de mar, otro de los motivos habituales en la obra del diseñador.

Abrigo de seda blanco estampado
1994

Vestido de cóctel de color salmón (1993/1993) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Orfeo y Eurídice

Este vestido de noche en punto de seda, de 1993, dialoga con el relieve de Orfeo y Eurídice que encontramos al principio de esta sección: el drapeado asimétrico cruzado bajo el pecho nos remite a las túnicas que visten los protagonistas del relieve.

Vestido de cóctel de color salmón
1993

Conjunto estampado con graffitis (1996) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

De calle

En esta sección descubrimos distintas propuestas de Versace para el guardarropa de uso ordinario femenino. En ella están representadas dos de las tipologías más visitadas por el diseñador, el pantalón y la minifalda. Ambas fueron explotadas por el calabrés en su búsqueda de la sensualidad. Durante los primeros años 90 los pantalones se ciñeron a los cuerpos de las modelos como si de una segunda piel se tratara. Y cuando no era así, minifaldas extremadamente cortas exaltaban el deseo de millones de espectadores.

Minivestido corto estampado (1994/1994) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Una técnica laboriosa

Este minivestido fue lucido en la pasarela milanesa de primavera de 1994 por Naomi Campbell, que lograba acaparar mayor atención que la propia prenda. Lejos del deslumbre ocasionado por ese espectáculo mediático, podemos disfrutar ahora del laborioso trabajo técnico con el que está construido el diseño.

Minivestido corto estampado
1994

Traje de chaqueta morado (1996-1997) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Ensalzando la belleza del cuerpo femenino

Hay que mencionar la capacidad del diseñador para rebajar la estridencia de su discurso cuando así lo estimaba oportuno, aunque sin perder nunca de vista el estilo “erotizante” que lo caracteriza. Este traje chaqueta morado es un buen ejemplo: clásico en el corte, confortable en el material, no pierde sin embargo la esbeltez de líneas que está concebida esencialmente para ensalzar la sinuosa belleza del cuerpo femenino.

Traje de chaqueta morado
1996-1997

Conjunto estampado con graffitis (1996) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Estampados: una rica iconografía

Los estampados son posiblemente la nota más característica del estilo de Versace para el imaginario popular. Son recordados sobre todo los motivos clásicos en dorado, pero las múltiples influencias que el italiano vertía en su obra dieron lugar a una riquísima iconografía. En este conjunto en concreto el diseñador opta por motivos abstractos.

Conjunto estampado con graffitis
1996

Pátera de Minerva (1881/1881) de Christofle & Cia.Museo del Traje, Madrid

Excesos decorativos

Se puede decir, metafóricamente, que la moda de Versace es una especie de Wunderkammer contemporánea, una de esas “cámaras de los tesoros” en las que los príncipes renacentistas acumulaban obras de arte, objetos extraños y rarezas de la naturaleza, en un compendio que está en el origen del coleccionismo tal y como hoy se entiende. Y entre los fragmentos de historia revitalizados por el diseñador se encuentran de manera destacada las decoraciones bizantinas.

Conjunto de tipo tejano (1992/1992) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

El encuentro entre lo popular y la alta cultura

El brillo del metal sobredorado de la pátera de Atenea que encontramos en la diapositiva anterior remite inmediatamente a los estampados que luce esta torera tejana de Versace. La gran diferencia es que la exuberancia ornamental se manifiesta en dos soportes completamente distintos.

Mientras que la pátera original es de plata, Versace ha elegido el denim, la tela vaquera, el tejido laboral e informal por excelencia, para estamparle la más ostentosa de las decoraciones. Así el italiano armoniza dos extremos que se resistían a encontrarse, lo popular y la alta cultura. Cada vez que Versace acudió al denim fue para elevarlo a la categoría de lujo, del mismo modo que tomó toda la historia del arte y la sacó a la calle. En este caso, los motivos de origen clásico, que conviven con conchas y estrellas de mar, aparecen tratados de forma original: han adquirido relieve y, por tanto, barroquismo.

Conjunto de tipo tejano
1992

Mono cubierto de pedrería (1991/1991) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Entre los fragmentos de historia revitalizados por el diseñador se encuentra precisamente el arte bizantino, cuya manifestación más deslumbrante se encuentra en Rávena, en los mosaicos de las iglesias de San Vitale y de San Apolinar in Classe o en el mausoleo de Gala Placidia. El trabajo minucioso del mosaico no desmerece al lado del esplendor de la orfebrería bizantina, uno de los mejores ejemplos de ostentación que se pueda referir. La consolidación del poder, celestial y terreno, exigía, entonces como ahora, un fuerte aparato de propaganda que tenía en la exhibición de riqueza uno de sus mejores instrumentos. Amante de la belleza y la historia, Versace es lógico receptor de la forma y el concepto de la orfebrería bizantina.

Este mono bordado es un ejemplo inmejorable. Resulta milagroso que el tul, cortado para ceñir el cuerpo al milímetro, pueda resistir el peso de la bisutería que inunda su superficie.

Embutir a Claudia Schiffer, la más famosa de las tops de Versace, en este vestido-joya es seguramente una de las expresiones de poder más convincentes que se puedan imaginar. Pero en este caso la chica no es el premio, sino que el poder está en su mística sensualidad.

Mono cubierto de pedrería
1991

Diana de Gabies (1884/1884) de E. ArrondelleMuseo del Traje, Madrid

Diosas de pasarela

Los profesores Studniczka y Collignon identificaron esta estatua con la que hizo Praxíteles para el templo de Ártemis Brauronia, situado en la Acropolis de Atenas. El aíre, el tono general de la estatua, nos remite de alguna forma a la moda de Versace, praxiteliana como posiblemente no lo ha sido ninguna manifestación artística en el siglo XX. Las mujeres vestidas por Versace aparecerían en escena como auténticas diosas.

Vestido largo de seda plisada blanca (1995/1995) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Inspiración griega

Este modelo está inspirado en la Diana de Praxíteles. La intención del diseño es resaltar las fíbulas de la Antigüedad en los tirantes de los vestidos de noche del diseñador con la medusa.

Los pliegues de la falda rememoran los estriados de los fustes de las columnas, paralelismo enfatizado por la utilización del color blanco, y la asimetría de la falda, puede considerarse una relectura del efecto de paños mojados que se ve en el relieve de Orfeo y Eurídice.

Vestido de seda plisada blanca
1995

Venus de la Concha (1940/1940) de Alberto Sánchez AspeMuseo del Traje, Madrid

Mediterráneo

Como diosa del amor, la belleza y la fertilidad, Venus fue y sigue siendo una de las deidades clásicas más explotadas por la Historia del Arte. La sensualidad que caracteriza todas sus representaciones hace de ella una referencia mítica ineludible para ahondar en los ecos culturales presentes en la obra de Versace. Como es sabido, Venus, Afrodita para los griegos, nació del mar después de que Cronos cortara los genitales de Urano, cuyo esperma se derramó en las aguas, que quedaron así fecundadas. La concha que cubre el sexo de esta representación de la diosa alude sin duda a este hecho, y añade además una simbología sexual que aparece una y otra vez en los diseños de Versace.

Camisa (1992/1992) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Un estilo decorativo

Conchas, corales y estrellas de mar, entremezcladas con motivos vegetales y animales que recuerdan a los estampados de las camisas hawaianas, así como doradas hojas de acanto, tritones y cariátides tomados de la iconografía clásica, componen un tapiz de fantasía desbordante que es ejemplo del estilo decorativo inconfundible que fue una de las señas de identidad de la casa Versace a principios de los 90.

La exuberancia y el eclecticismo cultural tienen mucho que ver con el ambiente de Miami, que inspiró un giro decidido del diseñador hacia una moda caracterizada por un desenfado radical.

Camisa de seda azul estampada
1992

Chaqueta estampada con motivos expresionistas (1991/1991) de Gianni VersaceMuseo del Traje, Madrid

Motivos marinos y expresionismo abstracto

Naomi Campbell desfiló con este cuerpo combinándolo con un pantalón de pitillo de color rojo. La pieza alude de forma indirecta a esta filiación de Versace con los motivos marinos. En este caso la abstracción pictórica es el referente artístico que se aprecia a primera vista, concretamente el expresionismo abstracto de Pollock o Twombly, pero, pese a la indefinición del motivo, no es aventurado sugerir una cierta inspiración mediterránea en el colorido y la forma de las largas pinceladas que forman la estampación.

Chaqueta estampada con motivos expresionistas
1991

Créditos: reportaje

15 años sin Gianni Versace

Comisario: Juan Gutiérrez

Museo del Traje

Créditos: todos los contenidos multimedia
En algunos casos, el reportaje destacado es obra de un tercero independiente y no siempre representa los puntos de vista de las instituciones indicadas a continuación, que son las que han proporcionado el contenido.
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