Gustav Klimt

Get to Know Gustav Klimt

Gustav Klimt in the garden of his studio (c. 1911) de Moriz NährWien Museum

Gustav Klimt es una personalidad ambigua. Incluso cuando estaba vivo, era venerado como el pintor vienés más famoso. Sin embargo, aún en ese entonces, su personalidad recibió un estatus mítico. Su timidez aumentaba al mismo tiempo que su fama. Con el paso de los años, el artista se recluía cada vez más en la soledad de su taller. Su vida estaba llena de contradicciones, y su personalidad estaba marcada por una gran ambivalencia.

Portrait of Marie Henneberg (1901/1902) de Gustav KlimtFuente original: Kulturstiftung Sachsen‑Anhalt – Kunstmuseum Moritzburg Halle (Saale)

Klimt era de clase media, pero también estaba en contacto con las clases más bajas de la sociedad en los suburbios de Viena. Al mismo tiempo, se convirtió en uno de los pintores más exitosos de su época que conmemoró las clases de la alta sociedad liberal, la industria y las finanzas a través de sus retratos femeninos.

Esta ambivalencia relacionada con el contexto social siguió siendo un rasgo característico de Klimt. Asistían con frecuencia a su taller, por un lado, las esposas de empresarios industriales ricos, para quienes pintaba retratos, y por otro, las numerosas modelos de desnudos que en su mayoría provenían de entornos más pobres y posaban para el artista a cambio de dinero.

Gustav Klimt (1887)Belvedere

Su ambivalencia, y posiblemente su confusión, es sin duda una faceta importante de la personalidad de Klimt, que siempre ha sido enigmática. Al igual que sus obras de arte, su personalidad seguirá siendo un misterio.

14th exhibition at the Vienna Secession (1902) de Moriz NährAustrian National Library

Con respecto a su personalidad, Klimt era un hombre más bien tímido que evitaba las reuniones sociales numerosas. Sus contemporáneos lo describían como taciturno. A pesar de eso, solía tener que lidiar con ser el centro de atención pública.

Klimt encabezó el movimiento de reforma artística de 1900 en Viena. Fue una de las fuerzas impulsoras dentro del movimiento de la Secesión, que se separó de la representación rígida y forzada de la Künstlerhaus en 1897, y formó su propio grupo de artistas, que luego fue extremadamente activo. Klimt dirigió la Secesión durante los primeros dos años de su fundación, ayudó a crear el programa del movimiento y fue su rostro público como presidente.

Judith (1901) de Gustav KlimtBelvedere

Por desempeñar esa función, Klimt estuvo en el fuego cruzado de los críticos opositores a las políticas de la Secesión, que estaba abierta al arte moderno internacional. Al mismo tiempo, tuvo que defender su propio arte, que era cada vez más criticado por su liberalidad.

Gustav Klimt (c. 1910) de Moriz NährAustrian National Library

Para Klimt, el papel de portavoz y defensor de la misión de la Secesión, así como el de su propio arte, era una tarea muy incómoda. Este tipo de confrontación contradecía completamente su naturaleza personal e introvertida. En cambio, prefería retirarse a su taller y abstraerse de todo. Mantener una rutina diaria regular que le permitiera tener suficiente tiempo para su trabajo le parecía más importante que todas las obligaciones sociales y apariciones públicas, que consideraba una pérdida de tiempo y que le impedían seguir un ritmo regular en su trabajo.

Wien 14., Linzerstraße 247: Birthplace of Gustav Klimt (around 1900) de Moriz NährAustrian National Library

Otra razón por la que no se mostraba en la sociedad vienesa mundana fue su pobre herencia suburbana, a la que nunca pudo darle la espalda. Su padre, que realizaba grabados en oro por cuenta propia, había perdido varias inversiones durante la crisis bursátil de 1873 y tuvo que asegurarse de poder mantener a su gran familia (tenía siete hijos).

Costume Party with Gustav Klimt (1916) de AnonymousMAK – Museum of Applied Arts

La manera en que el artista hablaba el dialecto vienés llamó la atención de los autores de la época, especialmente de aquellos que no confiaban en él. También hay algunos informes sobre sus modales coloquiales y abiertamente groseros, y acerca de su tendencia a comportarse de manera familiar que, a menudo, causaba que lo describieran como un pueblerino. El uso del dialecto por parte de Klimt y su tendencia hacia los modales sencillos indican que Klimt nunca pudo abandonar sus orígenes en los suburbios vieneses.

Portrait of Gustav Klimt in profile facing right (c. 1916) de Moriz NährWien Museum

Alfred Lichtwark, que no provenía originalmente de Viena y era director de la Hamburger Kunsthalle, de un modo muy imparcial y tímido ofreció la siguiente descripción esclarecedora sobre la personalidad de Klimt:

"Es más bien rollizo, pero atlético. Podría luchar contra Hodler. Su actitud me hace gracia, ya que es como de pueblerino. Tiene la piel morena de un marinero, pómulos pronunciados y ojos pequeños muy alegres. Usa el cabello muy alto sobre las sienes, quizás para que su rostro parezca más largo. Eso es lo único que se puede analizar de un artista individual desde la distancia. Habla muy fuerte y con un acento marcado. Le gusta bromear y lo hace con vigor". (Alfred Lichtwark; "Cartas de viaje"; 22 de mayo de 1905; Berlín, 1924)

De hecho, es posible observar el bronceado de Klimt en muchos de sus retratos fotográficos. También se ve su corte de cabello peculiar, muy corto en la región de las sienes.

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Incluso a medida que Klimt forjaba una carrera profesional en la alta sociedad vienesa, no dejaba de rememorar sus raíces. El vínculo que tenía con su familia era fuerte, incluso después de que había logrado convertirse en una figura famosa de la ciudad. Hasta su muerte, el artista vivió con su madre y sus dos hermanas solteras, Klara y Hermine, en el sencillo apartamento alquilado en Westbahnstraße 36, en el distrito 7 de Viena.

Gustav Klimt (1917) de Moriz NährAustrian National Library

Como Klimt sabía muy bien las consecuencias de una herencia sencilla (casi pobre), era muy consciente de la deuda que tenía con los estratos superiores de la sociedad. Se esforzó por adaptarse a la consciencia de clase y estatus de los habitantes prominentes de la ciudad. En casi todas las fotografías que Klimt había tomado para retratos formales o, en ocasiones, sociales, el artista llevaba ropa de buena calidad, el atuendo correcto para la ocasión y la camisa blanca obligatoria con cuello alto.

Painter’s smock, Presumably based on a design by Gustav Klimt (c. 1905) de Gustav KlimtWien Museum

Las apariciones oficiales de ese estilo contrastan completamente con su vida privada y laboral, que se desarrollaba casi de manera exclusiva en su taller. Hasta 1911, Klimt usó una casa de una sola planta ubicada en el jardín trasero de un edificio de apartamentos alquilado, en la calle Josefstädter Straße en el centro de la ciudad. En 1911, trasladó su taller a una pequeña casa situada en el medio de un gran jardín en Feldmühlgasse, en el suburbio vienés de Hietzing. Dentro del taller, donde se reunía solo con los clientes que le encargaban retratos y con modelos de desnudos, el artista usaba una bata larga y cómoda. Esta prenda era su atuendo de trabajo funcional, pero también podría interpretarse como una expresión de la imagen que tenía sobre sí mismo de profeta apartado de la sociedad.

Gustav Klimt and Emilie Flöge (around 1909) de H. BöhlerAustrian National Library

En cada evento oficial, cena, concierto nocturno o visita al teatro, para Klimt era importante tener a su lado a la persona que desempeñaba el papel más importante en su vida además de su madre, es decir, Emilie Flöge.

Emilie Flöge in a Reform Dress (1909) de Madame d'Ora, AtelierAustrian National Library

El pintor tuvo una relación cercana y duradera con Emilie Flöge. Klimt conoció a Emilie, quien era 12 años menor que él, cuando Ernst, hermano del artista, se casó con Helene, la hermana de ella, en octubre de 1891, o quizás incluso antes. Emilie provenía de una familia pudiente de clase media. En 1904, junto con sus hermanas, fundó el salón de alta costura "Schwestern Flöge" (Hermanas Flöge), el cual, con el transcurso de los años, se convirtió en uno de los salones de moda más importantes de Viena y llegó a tener hasta 80 empleados durante su auge. Al salón de las hermanas Flöge solían concurrir las mujeres de la alta sociedad, quienes también solían contratar a Klimt para encargarle retratos femeninos. Emilie Flöge era una defensora muy exitosa de la llamada moda de "reforma" y modelaba sus propias creaciones, tal y como está documentado en innumerables fotografías.

Emilie Flöge, Gustav Klimt and Eleonore Zimpel in Litzlberg at the Attersee (1905)Belvedere

Por otro lado, la relación de Klimt con Flöge era inusual. No estaban casados, no tenían hijos y no vivían en el mismo apartamento. Emilie vivía con sus hermanas y su madre, al igual que Gustav vivía con su familia. Además, su relación involucró en gran medida a los familiares de ambos. Klimt solía pasar la noche jugando a las cartas con la familia Flöge. A partir de 1897, comenzaron a irse todos juntos de vacaciones, más que nada al lago Atter, en la región austríaca de Salzkammergut.

Standing Female Nude (Study for "The Three Gorgons" of the "Beethoven Frieze") (1901) de Gustav KlimtAlbertina Museum

Además de su relación con Emilie Flöge, Klimt estableció otros lazos, tanto amorosos como familiares. Sin embargo, se desarrollaron en un nivel social completamente distinto. No era ningún secreto para Emilie Flöge ni para los amigos de Klimt que el artista tenía amoríos con varias de sus modelos. El contacto que establecía con algunas de ellas se transformaba en relaciones íntimas que también dieron lugar a embarazos e hijos. Sin embargo, a diferencia del caso de Emilie Flöge, Klimt nunca se mostró en público con las madres de sus hijos ilegítimos. Esas relaciones se desarrollaban más bien en secreto. Klimt se encontraba con ellas en su taller o en los apartamentos que él pagaba para sus acompañantes.

Gustav Klimt on Lake Attersee (1904) de Moriz NährKlimt Foundation

En biografías más recientes del artista, se describieron esos amoríos como escandalosos. Se dice que, en su funeral, se presentaron catorce personas alegando ser sus hijos y reclamando parte de la herencia. No obstante, hay evidencias de que Klimt tuvo en total seis hijos de tres relaciones diferentes.

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Sin dudas, no es casual que las amantes de Klimt y las madres de sus hijos hayan surgido del gran grupo de modelos de desnudos que frecuentaban diariamente al artista. Pasar tiempo con modelos era el elixir de Klimt. Tenía la tradición de recibir al mismo tiempo a varias muchachas en su taller, quienes formaban parte del selecto grupo de personas que tenían acceso a su estudio.

Sitting Woman with Chin Propped (Study for the portrait "Friederike Maria Beer") (1915-1916) de Gustav KlimtAlbertina Museum

El artista mantenía registros precisos de las modelos que convocaba a su taller y las ocasiones específicas, y les pagaba una tarifa más alta en comparación con las demás. Sin embargo, no permanecían en la misma habitación en la que Klimt solía pintar los retratos de las señoras nobles vienesas. Friederike Maria Beer, en cuya pintura Klimt trabajó durante varios meses, comentó que las sesiones de su retrato siempre demoraban mucho y que Klimt hacía varias pausas en el medio.

Dancing Woman with Cape (1917/18) de Gustav KlimtLeopold Museum

Durante esos descansos, el artista iba a la habitación contigua a relajarse y conversar con las modelos mientras las dibujaba. Esos dibujos rápidos a lápiz eran un claro respiro del trabajo más arduo que realizaba en el caballete.

Gustav Klimt (c. 1910) de Moriz NährAustrian National Library

Por último, Klimt también se entretenía con la gran cantidad de gatos que habitaban en su taller. Quienes lo conocieron durante ese período cuentan que había al menos seis gatos viviendo allí, que jugaban con los numerosos bosquejos y estudios esparcidos por el piso del estudio. A menudo, rompían hojas de papel, lo que no le molestaba demasiado al artista. Una de las fotografías más enternecedoras que conocemos de Klimt lo muestra frente a su taller con un gato en brazos.

Créditos: Historia

Text: Österreichische Galerie Belvedere / Franz Smola

© Österreichische Galerie Belvedere

www.belvedere.at

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