De Fundación Texo para el arte contemporáneo
Fundación Texo para el arte contemporáneo
Una colección reúne constelaciones de sentido. El coleccionista es un lector de tiempos, un explorador que detecta y recoge las expresiones de la historia y las intuiciones de lo por venir. De ahí el carácter muchas veces anticipatorio del ejercicio de coleccionar. Una colección es un conjunto de narrativas distintas puestas en relación por el coleccionista, quien puede descubrir cruces que podrían quizás haber pasado inadvertidos en su época. La intención del coleccionista no es solo acumular sino dar significado a las piezas que reúne, o bien abrir la colección al juego de sentidos que pudieran ensayar diversos curadores a partir de ella. Una colección permite múltiples abordajes, según la mirada de quien la trabaje. Bienvenidos a esta primera parte.
Colección Nasta
Cuando ya alcanza un volumen determinado, la colección privada –moldeada por el gusto personal y nacida para el disfrute de su propietario y sus íntimos– cede normalmente el paso a la colección institucional abierta, dispuesta a mostrarse al público. Este es el caso de la colección formada por José Daniel Nasta a lo largo de cinco décadas y que hoy está al cuidado de la Fundación Texo.
En el caso de la Colección Nasta la mirada del coleccionista ha sido amplia, siempre dispuesta a encontrar nuevos elementos o nuevas búsquedas en artistas ya representados, o a incluir nuevos artistas, o no necesariamente reconocidos en la historiografía del arte.
Esta colección, que reúne nombres clave de escena artística del Paraguay de la segunda mitad del siglo XX y algunos del siglo XXI, es uno de los conjuntos más ricos e importantes del país. Está compuesta prioritariamente por obras de artistas nacionales y por algunos extranjeros que han vivido y trabajado en el país los que llegan a un total de 97, en algunos casos representados con diversos períodos de su proceso creativo.
En esta primera selección estarán las obras de estos artistas: Bernardo Krasniansky, Cira Moscarda, Michael Burt, Carlos Colombino, Victor Ocampos, William Riquelme, Enrique Careaga, Laura Márquez, Mamy Toja, Ricardo Yustman, Ignacio Núñez Soler, Ricardo Migliorisi, Jaime Bestard y Hermann Guggiari.
Bernardo Krasniansky (1952)
Es uno de los artistas más representados en la colección, que cubre todo su desarrollo artístico. Su obra es amplia, variada y compleja.
Actrices (1971) de Bernardo KrasnianskyFundación Texo para el arte contemporáneo
Las piezas en la muestra remiten a sus ensayos de figuración pop, con grandes planos coloridos y síntesis formal.
Cira Moscarda
Es importante señalar que el taller de Moscarda fue en su momento un centro de irradiación de nuevas tendencias, y que artistas que luego serían claros referentes de larte paraguayo pasaron por allí, como el propio Krasniansky, Ricardo Migliorisi, o Enrique Careaga. La otra obra expuesta, de 1969, es un retrato (de su alumno, el artista Bernardo Krasniansky) también tributario de orientaciones pop, de gran colorido y libertad expresiva.
Michael Burt (1931-2017)
Desarrolló diversas líneas de investigación pictórica. La colección tiene piezas de distintos momentos de su proceso artístico. Sus Pequeñas arquitecturas, en azul, blanco y negro, presentan planos cromáticos en perfecta composición abstracta.
Fiesta patronal (1978) de Michael BurtFundación Texo para el arte contemporáneo
Ha trabajado también sobre la arquitectura tradicional paraguaya en base a esquematizaciones y el uso de fuertes colores planos, creando atmósferas irreales.
Carlos Colombino (1937-2013)
Hay dos obras expuestas. Una es una témpera temprana que ya anticipa ciertas formas vegetales que caracterizarían sus placas xilográficas posteriores, presentadas al desnudo, crudas, como entidades en sí mismas, matrices despegadas de la función de la copia.
Sillas (1982) de Carlos ColombinoFundación Texo para el arte contemporáneo
Asimismo, la paleta parece adelantar los colores de las grandes xilopinturas que vendrían después, como la otra obra en exhibición. En ella el artista trabaja uno de sus temas recurrentes: la silla, como depositaria de poder o como sitio de castigo, en una figuración de contenido dramático.
Víctor Ocampos (1920-1992)
Produjo la mayor parte de su obra entre 1956 y 1985. Es conocido por sus rostros de grandes ojos, inmóviles, atemporales, hieráticos casi, detenidos en su propia reflexión.
Sin título (Siglo XX) de Víctor OcamposFundación Texo para el arte contemporáneo
The works chosen for this exhibition consist of a body rendered with volumes and a composition of almost geometric faces and planes.
In both, the use of color is flawless. The collection holds a good number of works by Ocampos, including renderings of characters, still lifes, and geometric landscapes.
William Riquelme (1944)
Miembro del grupo Los Novísimos, que en los años 60 propugnaba una renovación en la plástica local. Ha trabajado paralelamente el dibujo y la pintura. En esta obra reciente, y atípica dentro de su producción, aborda un tema de actualidad: el problema climático del planeta. La pieza recoge su interés por los colores vivos y su pasión por la materia pictórica.
Enrique Careaga (1944-2014)
Tras su incursión en el informalismo y el expresionismo abstracto, experiencia que data del tiempo de su participación en el grupo Los Novísimos, Careaga encaró, entre 1965 y 1966, obras geométricas de tipo óptico, en blanco y negro, creando espacios ajedrezados sobre superficies planas y cóncavo-convexas que anticipan el desarrollo de sus indagaciones futuras, así como cajas con superposición de imágenes y luces de color, accionadas por el mecanismo secuenciado de los letreros luminosos.
Laura Márquez (1929)
Su presencia en la escena cultural en los años 60 fue muy significativa. Su estancia en Buenos Aires la había puesto en contacto con el Instituto Di Tella, cuyas experimentaciones supo transmitir, influyendo en jóvenes artistas como los del grupo Los Novísimos. La obra expuesta en esta ocasión es una composición abstracta, en acrílico, con figuras y planos geométricos de impecable factura y excelente manejo del color.
Mamy Toja (1935–2006)
Ensayó diversos estilos y trabajó tópicos muy variados. Muchas de sus obras–construcciones idealizadas que recuerdan el perfil de templos orientales, iglesias o mezquitas– hablan de una inquietud espiritual que se mezcla con cuestiones esotéricas.
Cabaret Nº 1 (1973) de Many TojaFundación Texo para el arte contemporáneo
Para la exposición han sido elegidas dos obras de tipo constructivista, en las que composición y color trabajan en gran equilibrio.
Ricardo Yustman (1942‑2015)
Se titula Bosque en llamas ,data de 1965, y es una pieza singular dentro de su producción. El artista es conocido principalmente por sus dibujos de figuración fantástica, hecha de seres entre mitológicos y humanos, con fuerte carga expresiva. Esta obra, en cambio, linda con lo abstracto, en un abierto juego de chorreaduras, en el que la pintura cobra especial relevancia.
Ignacio Núñez Soler (1891-1983)
Ignacio pintó la ciudad de Asunción de muchas maneras, desde sus edificaciones y medios de transporte hasta el acontecer cotidiano, hecho de personajes y muchedumbres en plazas, mercados, manifestaciones y fiestas populares. Muchas veces incluía leyendas en sus cuadros, haciendo de la grafía un recurso estético. Hacía, incluso, comentarios al dorso que enriquecían el relato visual.
Ricardo Migliorisi (1948-2019)
Se caracteriza por el ludismo y, en muchos casos, la mordacidad. Tanto en las pinturas como en los dibujos en exposición se agitan universos oníricos.
De la serie obsesiones (1980) de Ricardo MigliorisiFundación Texo para el arte contemporáneo
La serie Obsesiones, de 1980, en las que el artista trabaja sobre hojas didácticas para el aprendizaje de caligrafía.
De la serie obsesiones (1980) de Ricardo MigliorisiFundación Texo para el arte contemporáneo
En ellas despliega su crítica hacia los insoportables deberes escolares, perturbando el sistema de la grafía establecida con desfasajes e inclusión de elementos reiterativos en clave humorística.
Jaime Bestard (1892-1965)
Su obra es compleja y diversa, en la que se pueden encontrar escenas costumbristas, paisajes, e incluso experimentaciones de corte expresionista. La pieza expuesta es una pequeña composición a primera vista abstracta pero que, en una segunda mirada, deja entrever las formas de una escena cotidiana.
Hermann Guggiari (1924-2012)
Guggiari ha desarrollado una obra extensa y variada, principalmente en metal, en la que la forma deja ver la potencia del material en composiciones que exhiben una fuerza extraordinaria. La escultura expuesta, tituladaKennedy, es una metáfora del camino interrumpido del malogrado presidente. Aquí Guggiari se muestra como un artista de síntesis, de líneas limpias y definidas.
Fotografías © Ana Ayala
Curaduría y textos de © Adriana Almada
Curaduría digital © Fredi Casco y © Stefan Knapps
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