Santa Gertrudis la magna

Santa Gertrudis fue una monja benedictina cisterciense nacida el 6 de enero de 1256 en Eisleben, Alemania. Su vida conventual inició a los cinco años, cuando ingresó al convento de Helfta, Sajonia, allí aprendió lo concerniente a las artes liberales y al latín.

Se la representa como abadesa benedictina, con la cogulla negra y el báculo de abadesa, error iconográfico, pues nunca ocupó este cargo.

La confusión se debe a que otra monja del mismo nombre, Gertrudis de Hackeborn, fue abadesa del convento de Helfta varios años antes del ingreso de la santa.

Uno de los atributos iconográficos más representativos de Gertrudis es la imagen de un Niño Jesús que se encuentra dentro de su corazón.

Este símbolo alude a las experiencias místicas que vivió la religiosa, dentro de las que se cuenta el intercambio de su corazón por el de Cristo. Además, en sus escritos, la monja registró la frase “me encontraréis en el corazón de Gertrudis”, que Jesús le transmitió.

La santa murió en 1302. Su devoción inició en el siglo XVII a partir de su canonización y tuvo una amplia difusión y recepción en los conventos femeninos de la América colonial, pues se la consideró una figura ejemplar y modelo a seguir.

Dentro de sus preceptos, sobresale la importancia que le dio al amor de Cristo como factor fundamental para alcanzar la salvación.

El formato horizontal de esta imagen es bastante llamativo, pues gracias a este el pintor pudo enfatizar tanto en la figura de la santa como en el paisaje que la rodea.

El paisaje, que ocupa gran parte de la composición, transmite una sensación de profundidad gracias a que el pintor usó en su representación una perspectiva que recrea la atmósfera del bosque y las montañas a lo lejos.