De Fundación Elkano
Museo Marítimo Vasco
Theatrum Orbis Terrarum (1588) de Abraham OrteliusFuente original: The Library of Congress
Hace 500 años la expedición de Fernando de Magallanes partió con 5 naves en busca de una nueva ruta hacia las Islas Molucas, fuente de las especias más preciadas.
Se bautizaron como la Trinidad, la San Antonio, la Victoria, la Concepción y la Santiago.
Solo una volvió a puerto en 1522. La nao Victoria fue la única superviviente de las 5 y, comandada por Juan Sebastián Elcano que decidió regresar por el oeste, se convirtió en la primera en dar la vuelta al mundo.
Naos vascas del siglo XVI en el puerto de San Sebastián (2014) de Juan Carlos ArbexFuente original: Diputación Foral de Gipuzkoa
Cuatro eran naos de mediano tamaño, diseñadas para cargar mercancías y cuyo volumen rondaba los 85-120 toneles de arqueo.
La quinta era una nave más pequeña y ágil, destinada a tareas de exploración.
Tres naos vizcaínas representaban en aquella armada lo mejor de la flota mercante del País Vasco: naves de dimensión modesta, pero muy propicias para la navegación transatlántica.
Esta gran gesta fue posible gracias a la confluencia de los conocimientos náuticos y a la tecnología naval del País Vasco que desde un siglo antes predominaban en las principales rutas marítimas del occidente europeo.
Más del 80% de los barcos que participaban tanto en el comercio entre Inglaterra y la Península Ibérica como en la carrera de Indias, era de origen vasco.
Nao Trinidad
Junto a la nao Victoria, la única en alcanzar su objetivo: llegar a las Molucas.
Toca para ver
Nao Trinidad, Lekeito
62 tripulantes
Capitán de la flota: Fernando de Magallanes
Piloto: Estêvão Gomes
Maestre: Juan Bautista
Capacidad: 110 toneles
Propietario original: Nicolás de Artieta
(Lekeitio, Bizkaia)
"Moluccæ Insulæ Celeberrimæ". (1630) de Willem Janszoon BlaeuFundación Elkano
La nao vasca Santa Catalina de Siena, rebautizada como Trinidad y buque insignia de la expedición, consiguió junto a la nao Victoria alcanzar las Molucas.
Una vez cargado de especias, no consiguió deshacer el camino de ida por el océano Pacífico y regresar a España.
Mapa de Tidore (1720) de François ValentijnFundación Elkano
Tras permanecer en la isla de Tidore cuatro meses para reparar una grave avería, la Trinidad reemprendió su viaje tratando de descubrir una ruta de retorno, navegando hacia oriente por el Pacífico.
Finalmente, debido a un duro temporal y la escasez de víveres, regresó a las Molucas donde sería apresada por los portugueses y desmantelada para la construcción de un fuerte en Ternate.
Nao San Antonio
La desertora de la expedición.
Descripción de Bizkaia (1707) de Pieter Van Der AaFuente original: Diputación Foral de Gipuzkoa
Nao San Antonio, procedente de Erandio
57 tripulantes
Capitán y veedor del rey: Juan de Cartagena
Piloto: Juan Rodríguez Mafra
Maestre: Juan de Elorriaga
Capacidad: 120 toneles
Propietario original: Diego de Asua
(Erandio, Bizkaia)
"Bilvao" ilustración de la obra "Civitaes Orbis Terrarum" (1575-1617) de Georg Braun Franz HogenbergFundación Elkano
La Santa María fue rebautizada como San Antonio para la expedición. Consta que había sido embargada por oficiales de la Casa de Contratación de Sevilla por un importe de 880 ducados a su propietario Diego de Asua, vecino de Santa María de Erandio (Bizkaia), en contra de su voluntad.
Nao San Antonio en el estrecho de Magallanes (1606) de Jodocus HondiusFuente original: Library of Congress
Explorando ya el estrecho pero debido a la desconfianza de si Magallanes sería o no capaz de encontrar una salida, la San Antonio deserta de la flota y regresa a Sevilla tras un viaje en solitario de más de cinco meses y medio a lo largo del océano Atlántico.
Leemos en el diario de Antonio Pigafetta:
"El capitán general envió las dos naves, la San Antonio y la Concepción, al sudeste, para reconocer si este canal desembocaba en un mar abierto. La primera partió inmediatamente (…) sin querer aguardar a la segunda, que quería dejar atrás, porque el piloto pensaba aprovecharse de la oscuridad de la noche para desandar el camino y regresarse a España (…). La nave la Concepción, que no podía seguir de cerca a la San Antonio, no hizo más que cruzar en el canal esperando su regreso, aunque en vano".
Nao Victoria
La nao que dio la primera vuelta al mundo.
Ondarroa, vistas desde el puerto (1850) de Blanche Hennebutte-FeilletFuente original: Diputación Foral de Gipuzkoa
Nao Victoria, procedente de Ondarroa
45 tripulantes
Capitán: Luis de Mendoza
Piloto: Vasco Gallego
Maestre: Antonio Salomón
Capacidad: 85 toneles
Propietario original: Domingo de Apallua
(Ondarroa, Bizkaia)
Mar Pacífico (1589) de Abraham OrteliusFundación Elkano
La nao Victoria, protagonista de la primera circunnavegación de la Tierra entre 1519-1522, procedía de Ondarroa (Bizkaia) y fue la única de las 5 naos que consiguió completar la expedición.
Originalmente llamada Santa María, era propiedad del armador y transportista ondarrutarra Domingo de Apallua y fue rebautizada como Victoria tras su adquisición por la Casa de Contratación.
La Nao Victoria recalando en Cabo San Vicente (1985) de Guillermo González de AledoFuente original: Museo Naval. Madrid.
Increíble pero cierto: tras su dura singladura alrededor del globo, la Victoria continuó estando en condiciones para emprender nuevas expediciones transoceánicas.
En febrero de 1523 pasó a manos privadas y la usaron en viajes comerciales a América, en cuyo cometido se perdió su pista en 1525.
Nao Concepción
La nao que tuvieron que sacrificar por falta de tripulantes en Cebú.
Mapas Generales de Galicia (1611) de Mercator/HondiusFuente original: Instituto Geográfico Nacional
Nao Concepción, procedente de Galicia
44 tripulantes
Capitán: Gaspar de Quesada
Piloto real: João Lopes Carvalho
Maestre: Juan Sebastián Elcano
Capacidad: 90 toneles
Propietario original: Juan Montero (Galicia)
Juan Sebastián Elcano (1921) de Ignacio ZuloagaFuente original: Diputación Foral de Gipuzkoa
La “nao Gallega”, de la que no conocemos el nombre original, rebautizada como Concepción, fue adquirida, según la relación de gastos para la expedición, por un importe de 600 ducados.
Juan Sebastián Elcano se embarcó como maestre en esta nao y navegó en ella hasta que finalmente fue quemada por los propios expedicionarios en Filipinas debido a la escasez de tripulantes para manejar tres naves.
Isla de Borneo (1521) de Antonio de PigafettaFundación Elkano
Asi lo cuenta Antonio Pigafetta:
"Abandonamos la isla de Zubu y fuimos a fondear hacia la punta de una isla llamada Bohol, que dista de aquella dieciocho leguas; y viendo que nuestras tripulaciones, disminuidas por tantas pérdidas, no eran suficientes para las tres naves, determinamos quemar la Concepción, después de haber trasladado a las otras todo lo que podía sernos útil. Dejamos entonces el cabo al sud sudoeste y costeamos una isla llamada Panilongon, donde los hombres son negros como los etíopes".
Nao Santiago
La nave que naufragó en las costas de Patagonia.
Sevilla (2019) de K6 Gestión CulturalFuente original: Museo Marítimo Vasco
La Santiago, procedencia desconocida
31 tripulantes
Capitán y piloto real: João Serrão
Maestre: Baltasar Genovés
Capacidad: 75 toneles
Propietario original: Desconocido
(¿Bretaña?)
Atlas portulano dedicado a Hieronymus Ruffault, abad de San Vaast y San Adrián (1544) de Battista AgneseFuente original: Library of Congress
La Santiago, siendo la menor de las 5 embarcaciones, era la encargada de la exploración de la costa. Tenía capacidad para albergar 31 marineros y 75 toneles a bordo.
El 20 de mayo de 1520, en pleno cometido de sus funciones, chocó con las rocas de la desembocadura del Río de la Plata en Argentina y acabó naufragando.
Naufragio de la Santiago (2019) de Sebastián GómezFuente original: Diputación Foral de Gipuzkoa
Así lo recoge Antonio Pigafetta en su diario:
"La nave Santiago, que se había enviado a reconocer la costa, naufragó entre las rocas, aunque la tripulación se salvó por milagro. Dos marineros vinieron por tierra hasta el puerto en que nos hallábamos a darnos noticia del desastre, habiendo el comandante en jefe enviado en el acto algunos hombres con sacos de bizcocho".
Una segunda
expedición a las Molucas en 1525
La flota de Loaysa partió con seis naos y un patache, Juan Sebastián Elcano era el piloto mayor y segundo jefe.
"Bilvao" ilustración de la obra "Civitaes Orbis Terrarum" (1575-1617) de Georg Braun Franz HogenbergFundación Elkano
Las embarcaciones fueron construidas en Portugalete (Bizkaia). Para hacer frente en mejores condiciones a los largos viajes oceánicos y transportar mayores cargas, tres de las naos eran sustancialmente mayores: dos de ellas duplicaban y la tercera triplicaba el tonelaje de las mayores naos de la primera expedición.
La expedición fracasó pero fue de todos modos un nuevo paso adelante en la Era de las Grandes Navegaciones del siglo XVI.
Comisario de la exposición:
Xabier Alberdi Lonbide
Doctor en Historia
Museo Marítimo Vasco
www.itsasmuseoa.eus
Esta exposición forma parte del proyecto "La primera vuelta al mundo".