Vincent van Gogh escribió a su hermano Theo: [...] en Jozef Israëls, la perla preciosa, el alma humana, es mucho más evidente y mejor expresada en una forma noble, valiosa, y si me lo permites, en un tono más evangélico. El artista bocetó este pescador y la obra hoy se conserva en Bremen, Alemania.
El pescador fue comprado al artista por los galeristas de Goupil & Co. el mismo año de su realización, y se exhibió por dos años en itinerancia en Ámsterdam, el Salón de París, Berlín, el Instituto Real de Bellas Artes de Glasgow y la filial de la galería en Londres. En una carta, Israëls refirió que su pescador se encuentra sumergido estoicamente en las aguas frías. Alexandra Murphy y Dieuwertje Dekkers han estudiado con puntualidad esta obra.
Casi de tamaño natural, el pescador desborda la composición. Plantado con firmeza entre el oleaje, ase su red y mira fijamente, más hacia adentro que afuera. Alrededor de él, el mar y el cielo casi se funden. Imagen fuerte y profunda, se percibe en ella el lugar intermedio en que se encontraba su autor.
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