Joan Lahosa Valimaña (1902-1981) Del mismo modo que otros artistas de su tiempo, Joan Lahosa tuvo que trabajar duro para hacerse un lugar en la Barcelona de los años veinte y treinta. La Fundación Amigó Cuyàs, de Barcelona, le ofreció el soporte artístico y educativo que necesitaba, hecho que le permitió familiarizarse con la gran colección del Museo del Prado y permanecer en varios lugares europeos: París, Bélgica, Holanda y gran parte de Italia. Su producción se expuso por primera vez en la Galería Syra (1935) y, más tarde, en la Galería Layetana (1936), donde volvería varias veces. Las consecuencias de la Guerra Civil, que detuvo tantos proyectos, fueron duras para el artista, que vio su obra expoliada y tuvo que abandonar la casa familiar en Prat de Comte, ya que se encontraba en un sector del frente muy castigado; aun así, la situación no le hizo cambiar su decisión de ser pintor. Esta decisión, esta fuerza vital que Lahosa ha demostrado des de su juventud lo acompañaría durante toda su vida. En 1947 fue nominado profesor de arte y color de la Escuela de la Diputación de Barcelona, una posición que mantuvo hasta su jubilación. Compaginó la enseñanza con la producción artística, que fue aclamada por los críticos especializados. Cabe destacar una obra que se encuentra a la vista del público, cerca de Prat de Compte: las pinturas del santuario de la Mare de Déu de la Fontcalda, en el municipio de Gandesa. Joan Lahosa decoró el templo con escenas de la hagiografía cristiana, recordando eventos muy venerados en aquella región: la aparición de la Virgen de Fontcalda a unos pastores de Prat de Compte. También es importante destacar que sus pinturas religiosas son reconocidas más allá de nuestras fronteras; por ejemplo, el Viacrucis que pintó para la catedral de Texas, en Estados Unidos.
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