Miembro de la célebre Escuela de Dordrecht –destacada por su pintura de paisaje–, Nicolaes era hijo del comerciante Gerrit Maes. Artista incipiente y con gran talento para el dibujo, hasta 1654 formó parte del célebre taller de Rembrandt van Rijn (1606-1669). Las calidades tonales y el dominio del claroscuro resultaron de su estadía al lado del maestro holandés. Para el investigador William Walker Robinson, en Los trabajos tempranos de Nicolaes Maes, 1653 a 1661, es posible identificar dos estilos en la obra del autor: los retratos a la manera de Rembrandt y los cuadros costumbristas en los que su técnica y estilo hicieron pensar a muchos especialistas que se trataba de un pintor diferente.
Muy cercano en factura al Retrato de un joven que resguarda una colección particular en los Países Bajos, datado hacia 1685, el caballero de Museo Soumaya aparece con el refinamiento de la mejor paleta de Maes.
El dibujo de las manos resulta impecable en delineado y luminosidad. Advierten las palabras del investigador Antonio Martínez Ripoll: El discípulo de Rembrandt, Nicolaes Maes que había debutado como pintor de género, a partir de su estancia en Amberes y de su residencia en Ámsterdam, pintó un tipo de retrato que, por su elegancia y su porte, cercano al arte del francés Rigaud […] se adaptaba perfectamente a la tendencia cada vez más barroca, teatral y aristocrática de fines de siglo, tan del gusto de la alta burguesía, progresivamente más fatua y orgullosa, que quería hacerse representar como la aristocracia.