“El marco” de Frida Kahlo

Frida Kahlo adquirió este marco de pintura en vidrio invertido en un mercado de Oaxaca, México. Aunque estaba pensado para adornar un espejo, una fotografía o una imagen religiosa, la pintora lo utilizó para enmarcar un autorretrato pintado sobre papel de aluminio.

El autorretrato siempre fue el motivo preferido de la artista. A pesar del sufrimiento físico y emocional que inspiró gran parte de su obra, la pintora parece mostrar siempre la misma expresión en todos sus retratos: la de una mujer fuerte y poderosa.

Frida Kahlo gustaba de pintarse con toda clase de accesorios en sus autorretratos; no obstante, en este cuadro aparece sin más adornos que una flor y un lazo en el pelo. Es el propio cuadro en vidrio invertido el que enmarca su rostro, de ahí el título de la obra: “El marco”.

Tanto los pájaros como los arreglos florales son temas recurrentes en el folclore mexicano. Frida Kahlo empleó ambos motivos en sus pinturas, pero en esta ocasión es su propio retrato el que parece ensalzar las tradiciones locales y no al contrario.

Con el paso del tiempo, el deterioro de la capa de barniz ha puesto al descubierto parte del retrato que quedaba oculto bajo los ornamentos florales. Muchos de los elementos decorativos originales han desaparecido, de forma que el efecto final es el opuesto al perseguido por Frida Kahlo.