Bleu de Ciel (Cielo azul) (1940) de Kandinsky, VassilyCentre Pompidou
Cuando Kandinsky se trasladó a Neuilly-sur-Seine (Francia) en 1933, la controversia enfrentó a los artistas abstractos con los surrealistas, encabezados por André Breton.
En medio de esta polémica se encontraba Kandinsky: su estilo había evolucionado e incluía una sorprendente diversidad de motivos originales inspirados en imágenes biológicas y zoológicas.
Kandinsky se inspiró en las diferentes formas empleadas por artistas como Jean Arp, Max Ernst, Paul Klee y Joan Miró, y también creó su propia abstracción biomórfica. Pintó Bleu de ciel (Cielo azul) en 1940. La obra, que es un canto a la libertad y al optimismo, fue su respuesta a la guerra que acababa de estallar: la tercera que presenció el artista a lo largo de su vida.
En Bleu de ciel (Cielo azul), como sugiere el título, Kandinsky da mayor relevancia al fondo azul celeste que a las formas de colores suspendidas en el espacio que le dan vida. Se trata de un azul atmosférico; el del cielo que veía a través de la ventana de su taller.
Estas criaturas imaginarias, mitad animal y mitad fantásticas, recuerdan los refinados estampados de colores vivos que Kandinsky diseñó entre 1942 y 1943 para las cortinas de Jean Bauret y la Société industrielle de la Lys.
"Bleu de ciel" (Cielo azul) también recuerda las Constelaciones que pintó Joan Miró hacia la misma época y que Kandinsky fue a ver junto al pintor Alberto Magnelli.
Solo en el monograma de Kandinsky encontramos alguna muestra de la rigidez geométrica característica de sus obras anteriores.
Debido a sus colores y composición, Bleu de ciel (Cielo azul) y alguna otra pintura cromática de Kandinsky se catalogaron como "chinoiseries" (imitaciones chinas) en referencia al uso de los colores inspirado en el arte oriental.