Still life with appled and green glass (1906) de Paula Modersohn-BeckerBöttcherstraße Museums
La comida es esencial para nuestra supervivencia. Pero también es uno de los grandes placeres de la vida. Por lo tanto, no es de extrañar que frutas, verduras, carnes y bebidas hayan sido motivos comunes en la pintura y la escultura desde la era romana hasta la actualidad. Pero las pinturas de comida contienen más de lo que se aprecia a simple vista. Acompáñanos a través de la historia del arte para descubrir el significado que se encuentra tras estas comidas...
Fresco Depicting a Woman (Maenad?) Holding a Dish; Peacock and Fruit Below (A.D. 1–79) de UnknownEl J. Paul Getty Museum
1. Cena al fresco
Los romanos no solo disfrutaban con las comidas y los banquetes, sino que también atribuían frutas, nueces y cereales a sus dioses y diosas. A Baco, dios del vino, le correspondía la uva, símbolo de la celebración y de una vida feliz tras la muerte; el trigo era para Ceres, diosa de la agricultura, que encarnaba el vicio y la virtud. Los mosaicos de los suelos romanos nos muestran la comida "sin barrer" (la comida se dejaba en el suelo después de los banquetes, motivo reproducido en el arte), mientras que los pintores de frescos representaron comidas, bebidas, animales y vajillas en escenas votivas y seculares. Esta meticulosa y realista pintura de los alimentos era una manera que tenían los pintores de mostrar sus habilidades artísticas. Esta se mantendría como una característica constante en la pintura de bodegones a lo largo de la historia del arte occidental.
The Feast of Dives (about 1510–1520) de Master of James IV of ScotlandEl J. Paul Getty Museum
2. Glotones en el infierno
La elaboración y el consumo de alimentos es un hecho de la vida. No es de extrañar entonces que encontremos abundantes imágenes de comidas y bebidas en los manuscritos medievales. Estas imágenes permiten echar un vistazo a culturas gastronómicas del pasado: nos informan acerca de los tipos de alimentos que consumían las distintas clases sociales y cómo se servían y comían (con tenedores o con los dedos, por ejemplo). Hacia finales de la Edad Media, la mesa aristocrática se llenó de sofisticados alimentos. Aquí, una familia ricamente vestida disfruta de una refinada ave, presentada con su propia pluma sobre una bandeja de plata. (Puedes ver más plata en el aparador).
Esta glotonería tiene una moral. Su negativa a alimentar a un mendigo (lo vemos en el lado izquierdo del manuscrito) envía al hombre rico directamente al infierno (imagen inferior) mientras que el hombre pobre asciende al cielo.
The Last Supper (Undated) de Marten de VosThe National Museum of Western Art, Tokyo
3. La cena más famosa de todas
La Última Cena es probablemente la comida más representada en toda la historia del arte. Aunque el enfoque compositivo sigue siendo la traición de Judas hacia Jesús, las representaciones de esta fatídica comida siempre muestran el simbólico pan y vino. Algunos teólogos creen que la comida se celebró durante la Pascua, en cuyo caso la mesa de Jesús habría podido presentar otros alimentos, como legumbres guisadas, aceitunas, dátiles, frutas y nueces. ¿Fue Jesús el promotor original de la dieta mediterránea?
Rudolf II of Habsburg as Vertumnus (1590) de Giuseppe ArcimboldoSkokloster Castle
4. Cara de fruta
Las famosas pinturas frutales de Arcimboldo todavía son en parte un misterio. No se sabe mucho sobre el pintor italiano, aparte de que viajó a la corte de los Habsburgo en 1562 y que posteriormente fue pintor de la corte de tres emperadores, Fernando I, Maximiliano II y Rodolfo II. Tampoco sabemos por qué comenzó a pintar sus retratos de los emperadores representando sus rostros con ayuda de frutas. Pero estas pinturas son sin duda alegorías imperiales: aquí, Rodolfo II se asimila a Vertumno, el dios romano de las estaciones y la vegetación. La extraordinaria variedad de frutas y verduras demuestra que había regresado una era de abundancia.
Market Scene (1569) de Pieter AertsenHallwyl Museum
5. Fruta sexy (antes del emoji de la berenjena 🍆)
Las pinturas de frutas no siempre trataban sobre religión, virtud y abundancia. ¡A veces eran decididamente eróticas! Aquí, una mujer se inclina para cortar un repollo (símbolo de la sexualidad femenina) mientras mira sugerentemente al espectador. El hombre sostiene en su mano una gran zanahoria mientras señala un pepino en posición vertical enclavado entre dos tomates. No podemos decir que haya ambigüedad.
A Pronk Still Life with Fruit, Oysters, and Lobsters (first half of the 1640s) de Andries BenedettiMuseum of Fine Arts, Budapest
6. La comida de los ricos y famosos
Los holandeses y flamencos fueron maestros del género de la pintura barroca de bodegones. Estas pinturas estaban destinadas a mostrar el dominio técnico de un artista mediante la representación de abundantes y lujosas muestras de riqueza gastronómica. Aquí, una enorme langosta se encuentra entre preciosas uvas; cítricos exóticos reposan sobre lujosos tejidos de terciopelo y damasco; y una suculenta ostra y una delgadísima gamba ocupan el lado izquierdo de la pintura. No hay duda de que se trataba de un festín digno de un rey (o de un comerciante holandés muy rico).
The Milkmaid (ca. 1660) de Vermeer, JohannesRijksmuseum
7. Ricos colores, alimentos comunes
Vermeer tomó un camino diferente del de sus contemporáneos holandeses. Él usó costosos pigmentos, colores intensos e iluminación excepcional para pintar los alimentos más comunes: leche y pan. En un giro del destino artístico, esta sencilla escena ha acabado siendo más icónica que los fastuosos festines de sus colegas pintores. Acerca el zoom para ver los pequeños puntos de pintura que Vermeer utilizó en los panecillos para sugerir el reflejo de la luz.
Enjoying Coffee (First half of the 18th Century) de French SchoolPera Museum
8. Arte del café
Los europeos descubrieron especias y bebidas exóticas como el café, el chocolate y el té gracias a las redes comerciales globales de los siglos XVII y XVIII. Esta pintura de una mujer otomana tomando café fue pintada por un artista francés en la primera mitad del siglo XVIII copiando las imágenes del libro del siglo XVII de un viajero holandés.
Este género de pintura, denominado Turquerie, mostraba la fascinación de occidente hacia todos los aspectos de la cultura turca. ¿Crees que las cafeterías de los hípsters de hoy son esnobismo? ¡En el siglo XVII y XVIII eran el centro de la vida pública!
Still Life with Apples (1893–1894) de Paul CézanneEl J. Paul Getty Museum
9. Comer con Cézanne
Las escenas domésticas a pequeña escala de pinturas de bodegones eran consideradas por la Real Academia Francesa en el siglo XIX como los motivos menos interesantes, pero Cézanne demostró que este modesto género podía anticipar ideas en la pintura moderna. Cézanne pintó toda una serie de imágenes de naturalezas muertas con frutas durante la década de 1870. Estas pinturas representan un punto culminante en su carrera y una evolución en su estilo pictórico. Desde las pinturas representativas llenas de luz de los impresionistas hasta los tonos más apagados, las formas abstractas y las perspectivas distorsionadas de los modernistas y cubistas. Aquí, los bordes del frutero son difíciles de definir y la perspectiva es poco clara: el lado derecho de la esquina se inclina hacia adelante mientras que el vaso se inclina hacia la izquierda.
Still Life with Apples (1895 - 1898) de Paul CézanneMoMA The Museum of Modern Art
Las pinturas de los alimentos a menudo revelan algo más: a veces son alegorías de ciertas virtudes o valores, otras veces enfatizan el erotismo, el exotismo o la riqueza. Los pintores modernistas como Cézanne utilizaron el género de la naturaleza muerta para anticipar ideas sobre cómo podría ser el arte moderno.
Quién sabe si todas esas fotos de comida en Instagram ampliarán los límites de lo que significa la comida para nosotros en la actualidad.