Exponentes de la música mexicana en la primera mitad del siglo XX

Si hablamos de grandes compositores e instructores de la música de concierto en México, sin duda la figura de Carlos Chávez Ramírez es imprescindible. Considerado como un renovador de la enseñanza musical, artística, creador y promotor cultura, el pianista y compositor se desempeñó como director del Conservatorio Nacional de Música y de la Orquesta Sinfónica de México, además de ser el primer titular del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Al igual que su maestro Manuel M. Ponce, Carlos Chávez tuvo una carrera formativa en el extranjero la cual le permitió que sus obras se internacionalizaran por los continentes americano y europeo, dejando composiciones como Caballos de vapor, Sinfonía India y Bendición.     

Se considera que la época conocida como “El nacionalismo musical mexicano” terminó con la muerte de José Pablo Moncayo, tambien discípulo de Carlos Chávez. Moncayo destacó como compositor, instrumentista, maestro de música y director de la Orquesta Sinfónica Nacional. Una de sus grandes obras fue la melodía el Huapango la cual surgió después de una investigación en Veracruz, que el propio Carlos Chávez le encomendó. en su indagación conoció en la “fiesta del fandango”, cuyos ritmos lo inspiraron para crear esta pieza que recurre a tres sones tradicionales del puerto de Alvarado: El Ziqui-ziri, Balajú y El Gavilán.

El 15 de agosto de 1941, en el Palacio de Bellas Artes, la Orquesta Sinfónica de México, bajo la batuta de Carlos Chávez, interpretó por primera vez el Huapango, pieza que se constituyó en la más representativa, reconocida e interpretada por orquestas dentro del país y el extranjero.

Con la música popular posicionándose como el género más popular, aparecieron grandes compositores mexicanos como Agustín Lara. Este pianista incursiono como músico de radio, abriendo el espacio a varios artistas que interpretaron sus melodías en los diversos programas de la radiodifusora XEW, llegando a los oídos de todos los radioescuchas del país. 

Con temas como María bonita y Solamente una vez , Agustín Lara se consolidó en México como en extranjero, ganando un gran prestigio como compositor y obteniendo múltiples reconocimientos a lo largo de su brillante carrera, como el ser nombrado Presidente Honorario Vitalicio de la Sociedad de Autores y Compositores de México, de la que fue socio fundador.

Consuelo Velázquez fue una de las más destacadas compositoras mexicanas, la pianista y maestra de música en el Conservatorio Nacional de Música. Se consolidó como solista de orquestas muy importantes como la Sinfónica Nacional. Sin embargo,  al igual que su colega María Grever, encontró en la música popular sus mayores éxitos siendo autora de boleros y canciones románticas le dio un lugar único en la música de México.

Con piezas como Yo no fui alcanzó un alto reconocimiento a nivel nacional, pero sin duda, su canción más emblemática fue Bésame mucho. Esta es la canción mexicana con mayor número de interpretaciones por diversos artistas internacionales. Consuelo Velázquez contribuyó a la vida cultural y en la promoción internacional de México, así como desarrollo de la propiedad intelectual y el derecho de autor.

Otro de los más grandes de la música popular mexicana fue José Alfredo Jiménez, cantautor de temas rancheros, huapangos y corridos de un estilo sentimental que destacaban por la belleza y simplicidad de las letras y melodías, dejando más de 300 piezas musicales de su autoría.

Sus canciones fueron interpretadas por varios iconos de la “Época de oro del cine mexicano” y otros grandes cantantes de la música mexicana. Entre ellas destacaron El Rey, Ojalá que te vaya bonito y Camino de Guanajuato, las cuales le dieron fama a nivel internacional.

José del Refugio "Cuco" Sánchez fue otro de los compositores de la música popular mexicana que incursionó con sus temas en la radio logrando una gran aceptación del público, con la cual consolidó un estilo entre el bolero y el ranchero que lo catapultó al éxito.   

Con canciones como Anillo de compromiso y Arrieros, arrieros somos se ganó la popularidad en el territorio mexicano, aunado a sus intervenciones en películas y programas de televisión, ya sea como actor o como cantautor.