Códice Mendrugo: Afinidad de la colección arqueológica y los códices prehispánicos

Entre dichas figuras se encuentra una que tiene el mismo nombre que el señor plasmado en la siguiente caracola. Esta semejanza llevó a pensar que se trata del mismo personaje, aunque hay otros aspectos que se deben contemplar. La figura del Códice Nuttall es la de un sacerdote que viste como una deidad mixteca llamada 7 Serpiente.

La figura del Códice Nuttall es la de un sacerdote que viste como una deidad mixteca llamada 7 Serpiente.

El personaje de la caracola no porta la parafernalia empleada en los rituales religiosos. El estilo de su indumentaria se puede vincular con el entorno cultural ilustrado en los códices, pero el atuendo de los gobernantes representados en la tumba 1 de Zaachila demuestra que no necesariamente provenía de la Mixteca.

Felipe se sentó frente a ellos. Eulalio se le reunió. Del morral sacó una caracola mixteca, labrada con la figura de 7 Serpiente . El heraldo sopló y un sonido profundo, ronco y lento llamó la atención de los hombres.

Lozano-Torres y Ortiz-Dietz 2016. EL MENDRUGO Y EL ZAPOTECA. Rosa Mary Porrúa Ediciones

En el Códice Laud, perteneciente a la segunda mitad del periodo postclásico (1200-1521 d.C.), se mira una emanación que enmarca al dios de la muerte y a un mono. La misma escena se encuentra en la vasija de ónix y en la caracola de la colección del Museo y en el Códice Vaticano B.

El Códice Laud es una tira de piel de venado doblada en forma de biombo resguardado en la Biblioteca Bodleiana de Oxford Inglaterra.

Del Códice Laud.

La Muerte -mitad esqueleto, mitad mono gracioso- es el Patrono que bajo la oscuridad de la noche está sentado sobre huesos y costillas.
Alrededor: signos de sacrificio y muerte.

El personaje tallado en alto relieve está hecho al estilo Mixteco-Zapoteco, muy similar al de los códices mesoamericanos del Grupo Borgia, elaborados en tal época en la actual región Sur de Puebla y norte de Oaxaca.

Esta vasija de onix fue usado en ceremonias y rituales.

La imagen de la Muerte -mitad esqueleto, mitad mono gracioso- está también tallada en esta caracola trompeta de la colección del Museo Casa del Mendrugo.

Es Felipe, el heraldo de los hombres: de los zapotecas. ¡Sabe que ha llegado para él la última cuenta de sus siglos y espera la muerte! Frente a él, sobre un sarape, yacen los instrumentos de su profesión: chirimía, flauta dulce de carrizo, flauta soprano de hueso, dos caracolas guerreras hermosamente labradas y el teponaxtle.

Lozano-Torres y Ortiz-Dietz 2016. EL MENDRUGO Y EL ZAPOTECA. Rosa Mary Porrúa Ediciones

Otro símbolo de tradición zapoteca se aprecia en un relieve de Monte Albán, en la vasija de ónix y en la caracola. En los tres casos se aprecia un lagarto con un jaguar posado en su espalda. En el vaso y la caracola se esculpió una figura humana con la diadema del dios solar. La misma escena se halla plasmada en el Códice Laud, por lo que es probable que la primera versión de éste y del Fejérváry-Mayer fueran manufacturados en algún sitio de la región zapoteca. Si se analizan estos códices se verá que varios dioses ilustrados en ellos se conocían en los valles desde el Clásico tardío. Al pasar a los documentos su iconografía se modificó, adornándose su frente con la diadema antes mencionada.

Tonatiuh, el dios del Sol, es el Patrono.
Su trono es el lagarto azul del cielo, el animal precioso, que promete realeza, con su respiración brillante y su cabeza emplumada, el que carga el árbol de jade y flores en que trepa el jaguar.

El objeto seguramente fue usado en las ceremonias de pactos y alianzas entre la nobleza.

La imagen de Tonatiuh, dios del sol, el lagarto y el jaguar del Códice Laúd, está también finamente tallada en esta vaso de ónix.

Tonatiuh, el lagarto y el jaguar del Códice Laúd están tallados también en esta caracola trompeta, de la colección del Museo Casa del Mendrugo;la cual fue usada por heraldos o pregoneros para llamar a ritual o combate.

La constante representación de motivos animales o de animales humanizados plantea el vínculo entre la posesión de la caracola y el poder, pues al parecer el intermediario entre el gobernante y el caracol es un personaje zoomorfo, lo cual nos recuerda a las leyendas milenarias del nahual.

Lozano-Torres y Ortiz-Dietz 2016. EL MENDRUGO Y EL ZAPOTECA. Rosa Mary Porrúa Ediciones

La vasija de ónix, de la coleccción del Museo Casa del Muendrugo, muestra la maestría en el arte de la lapidaria, con sus intrincados motivos decorativos representando a este importante personaje del Códice Nutall.

Acercamiento a la imagen del rey mixteco Ocho Venado Garra de Jaguar, de la vasija de ónix, con numeral ocho y vestido con piel de Jaguar

Del Códice Laud, la representación de un Eclipse.

Sacrificio humano cuando el soplo oscuro de la muerte cubre al Sol. Ocho dioses están alrededor.

Un águila brillante de plumas multicolores baja sobre el cuauhxicalli (vaso de piedra usado para depositar los corazones de los prisioneros sacrifidos) lleno de sangre, para tener fuerzas y cargar el disco radiante o piedra de sacrificio.

Caracola marina tallada con la imagen de un águila con amplia similitud a la que aparece al Códice Laud.
El Sol es asociado a los pájaros, sobre todo el águila; se creía que sus cantos son como flechas disparadas hacia el astro para ayudarle a subir el cielo.

El instrumento -una concha de caracola marina esgrafiado- fue usado por los heraldos o pregoneros para convocar a la comunidad a reunirse al rededor de su Amo o cacique y recibir un mensaje.

Lozano-Torres y Ortiz-Dietz 2016. EL MENDRUGO Y EL ZAPOTECA. Rosa Mary Porrúa Ediciones.