Autores: talleres, firmas y atribuciones

La atribución, es decir, la acción de determinar la autoría y datación de objetos artísticos a partir de rasgos característicos de las piezas, es un método común en el estudio del arte colonial neogranadino.

Coronación de la Virgen del Rosario (Ca. 1585) de Angelino MedoroMuseo Colonial

Si bien en muchos casos ha sido de utilidad, en otros no, debido a que varias atribuciones se han hecho a partir de percepciones críticas que desconocen la complejidad de la figura del “pintor” colonial, que no se asemeja a la figura contemporánea de pintor.
Mediante cinco pinturas de la colección del Museo Colonial veremos algunas características de este método. También explicaremos los criterios a partir de los cuales se realiza una atribución y cómo puede esta cambiar con el paso del tiempo. Esta breve exposición busca poner en evidencia algunos casos en los que la mirada con la que nos acercamos al arte colonial responde con frecuencia a ideales del siglo XX.

Niño de la espina de Gregorio Vásquez de Arce y CeballosMuseo Colonial

Una obra firmada: El estilo de Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos

Durante el periodo colonial, no era frecuente firmar las pinturas debido, entre otras razones, a que el uso de firmas acarreaba el pago de impuestos. No obstante, existen ejemplares firmados. Es el caso de El Niño de la Espina, obra firmada en la parte inferior derecha del lienzo por el pintor Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos (c. 1638-1711).

Esta imagen representa una escena de infancia, en la que el pequeño Jesús se pincha un dedo mientras teje una corona de espinas.

La escena remite a la idea de la predestinación de la Pasión y muerte de Cristo.

Al ser una de las pocas obras firmadas por Vásquez, esta pintura ha ayudado a definir el estilo del pintor colonial a partir de elementos característicos como los ojos almendrados,

el rostro ovalado del Niño,

el manejo delicado de las manos entrecruzadas y la paleta de colores tierra.

Descanso en la huida a Egipto (Siglo XVII) de Baltasar Vargas de FigueroaMuseo Colonial

La quietud como rasgo del taller de los Figueroa

El pintor Baltasar Vargas de Figueroa (1629-1667) hizo parte de uno de los talleres más grandes de Santafé. En este taller trabajaron Baltasar de Figueroa, abuelo; Gaspar de Figueroa, padre y Baltasar Vargas de Figueroa, hijo. Los tres compartieron un estilo y fórmulas pictóricas similares en varias de sus obras. Esta particularidad dio como resultado el que, a partir de ciertos rasgos estilísticos, un conjunto importante de obras fuera atribuida a este taller.

Entre las principales características de estos artistas está el tratamiento poco naturalista de sus personajes, observable en los rostros ovalados de la Virgen, el Niño y el ángel

y las manos alargadas de cada uno;

; también, el escaso dinamismo de sus escenas, que da una sensación de quietud y destaca la actitud contemplativa de los personajes.

Finalmente, los contrastes cromáticos, presentes en la combinación de la paleta de colores oscuros con otra de tonos rojos y tierra, acentúan aún más la atmósfera contemplativa de los cuadros.

St. Jerome Penitent de Italian anonymousMuseo Colonial

San Jerónimo penitente: Una búsqueda difícil

Por cuestiones estilísticas, este San Jerónimo penitente se atribuye a un pintor italiano desconocido.

Entre las razones que avalan esta atribución estaría en primer lugar el uso del sfumato, técnica con la que se crean contornos difusos para dar una sensación de lejanía y contraste, tal como se aprecia en el paisaje de fondo.

En segundo lugar, el claroscuro, contraste de luces y sombras, genera un efecto dramático observable en lo luminoso de la tela la rosada y lo oscuro de la gruta.

Al interior de este espacio hay una Biblia, uno de los atributos iconográficos que permiten identificar a este traductor de las Escrituras al latín;

una calavera, símbolo de reflexión sobre la muerte

y un león, representación de la fiereza con la que Jerónimo defendió a la Iglesia.

Por último, el gran nivel de detalle del cuerpo semidesnudo, las arrugas del rostro del santo y los pliegues en la ropa generan una sensación naturalista en la representación. Todos estos elementos, característicos de la pintura italiana del siglo XVII, justifican la atribución.

Coronación de la Virgen del Rosario (Ca. 1585) de Angelino MedoroMuseo Colonial

¿Cómo llevar a cabo una atribución? El caso de Angelino Medoro

Angelino Medoro (1567-1631) fue uno de los primeros pintores en viajar a la América colonial. Este pintor es reconocido por su estilo manierista, lenguaje pictórico de finales del siglo XVI caracterizado por el alongamiento pronunciado de las figuras que conlleva movimientos exagerados. Obras que sigan este estilo, como esta Coronación de la Virgen del Rosario, han sido atribuidas a él.

El lenguaje manierista se ve en las extremidades del Niño Jesús desnudo —que sostiene con delicadeza un orbe—

en el cuello de la Virgen,

en el rosario que cae de sus manos

y en los ángeles que portan la corona.

El uso de los colores también sigue este estilo. El rojo de la túnica de la Virgen contrasta con el verde oscuro de su manto.

Estas elecciones cromáticas generan un efecto visual entre luces y sombras que enfatizan los pliegues y movimiento de los ropajes.

Saint Bartholomew de AnonymousMuseo Colonial

¿Cómo cambiar una atribución?: El caso de san Bartolomé

Las atribuciones cambian gracias a investigaciones, restauraciones o hallazgos documentales. Tal es el caso de este San Bartolomé, atribuido inicialmente a Gregorio Vásquez.

En esta pintura, el santo es representado como un anciano que sostiene en una de sus manos un cuchillo, símbolo de su martirio;

mientras que con la otra sostiene su túnica.

El rostro del personaje destaca gracias al formato frontal y de medio cuerpo que invita a mirarlo detalladamente. Estas particularidades se deben a que la obra posiblemente está inspirada en grabados del artista Jusepe de Ribera (1591-1652).

Se puede dudar de esta atribución a Vásquez al prestar atención a algunos detalles. Por ejemplo, el manejo del rostro y la mirada, representados con gran naturalismo, es similar a las fórmulas pictóricas utilizadas por Ribera para encarnar la santidad.

Lo mismo sucede con las telas sucias

y las arrugas del personaje, elecciones que materializan lo divino.

Sumado a estos rasgos estilísticos, está el hecho de que este óleo guarda semejanzas significativas con una obra del Museo del Prado de esta temática y de la que sabemos con seguridad que fue compuesta por Ribera. Estos elementos señalan que la obra posiblemente es producción del taller de Ribera o de un maestro español que conoció su obra.

Descanso en la huida a Egipto (Siglo XVII) de Baltasar Vargas de FigueroaMuseo Colonial

Mediante esta breve exhibición queremos dar a conocer a nuestros públicos algunas reflexiones que el tema de la autoría genera en el estudio del arte colonial y los diferentes retos que deja a la comprensión de un campo en el que predominan los autores desconocidos. Si bien, la atribución ha sido popular y de utilidad para comprender algunos aspectos sobre lo que se entiende por arte colonial, en algunos casos se ha empleado para exaltar y engrandecer ciertas figuras, desconociendo la realidad del contexto. Esta condición ha llevado a la revisión de autorías y dataciones, pues en algunos casos las atribuciones se han realizado a partir de preconcepciones erróneas.

Créditos: Historia

Dirección: María Constanza Toquica Clavijo
Museología: Manuel Amaya Quintero
Editorial: Tanit Barragán Montilla
Administración de colecciones: Paula Ximena Guzmán López
Curaduría: Anamaría Torres Rodríguez, Diego Felipe López Aguirre
Comunicaciones: Juan Camilo Cárdenas Urrego

Créditos: todo el contenido multimedia
En algunos casos, es posible que la historia destacada sea obra de un tercero independiente y no represente la visión de las instituciones que proporcionaron el contenido (citadas a continuación).
Página principal
Descubre
Jugar
Cerca
Favoritos