El último viaje de la Mercedes

La situación de España en torno al año 1800 era compleja. Debido a su alianza ofensivo-defensiva con el directorio ejecutivo de la república francesa, España estaba en guerra con Inglaterra desde 1796. Un conflicto bélico continuado acometido desde una situación de declive de la Armada Española.

La paz de Amiens firmada en 1802 entre Inglaterra y Francia, y sus aliados, dio por finalizada la contienda. Sin embargo la paz duraría poco ya que Inglaterra volvió a aliarse con otras potencias para derrocar a Napoleón.

La fragata Mercedes participó de diversas contiendas contra los ingleses con victorias por ambos bandos. Participó en la defensa del Ferrol en 1800 impidiendo que los ingleses destruyeran los buques allí fondeados y el propio arsenal.

Los ingleses trataron en varias ocasiones de apresar caudales y mercancías españolas procedentes de América, como sucedió en 1797 cuando el vicealmirante de la Marina Real británica Nelson trató de apresar la fragata Princesa. Derrotado por el general Gutiérrez, los ingleses firmaron las capitulaciones en Santa Cruz de Tenerife.

En 1801 la fragata Nuestra Señora de las Mercedes partió de El Ferrol con la Santa Clara para unirse posteriormente con Nuestra señora de la Asunción, procedente de Cádiz, para llegar a Montevideo.

El Archivo General de la Marina Álvaro de Bazán conserva una Real Orden en la que Domingo de Grandallana firmó que disponía la habilitación de las fragatas de guerra Clara y Mercedes, para responder a la petición de Manuel Godoy.

En él se dispone claramente que la fragata Mercedes debe formar parte de la expedición.

Este documento se encuentra en la actualidad en el Archivo General de la Marina "Álvaro de Bazán".

En 1802 Grandallana refrendaba la nueva Ordenanza Naval para el servicio de los baxeles de S.M.

Ésta ordenanza condicionó toda la navegación y el final de la Mercedes: el nombramiento de Diego de Alvear y Ponce de León como segundo jefe y mayor general con su consiguiente transbordo a la Medea, los modelos de los Estados generales de las fragatas, sus banderas, la decisión de presentar combate…

El militar y gobernador de Montevideo José Bustamante y Guerra asumió el mando de la flotilla en su regreso a España con los caudales y productos. Jose Manuel Goycoa y Labart por su parte comandaba la Mercedes.

Uniforme pequeño de capitán de navío de la Real Armada según las ordenanzas de 1802.

El virrey del Perú, Gabriel Miguel de Avilés y del Fierro, retrasó la salida de la flotilla hacia España hasta confirmar la seguridad del trayecto, como consecuencia de la guerra que mantenían Inglaterra y Francia y de la que España se mantenía neutral.

En esta recreación a tamaño real de una sección de medio puente de la cubierta de la Mercedes aparece un cañón de a 12, de los que portaba 26, con los que batalló contra los ingleses.

Los cañones disparaban proyectiles de hierro macizo (bala rasa) que atravesaban el revestimiento de madera del navío enemigo, provocando la consiguiente proyección de astillas y metralla por toda la cubierta, que eran, en realidad, las causantes de la mayor parte de las heridas y bajas en los combates navales.

Esta palanqueta a la española, con dos balas unidas por una barra a diferencia de la francesa o la inglesa, era un arma arrojadiza con un alcance de un tercio del de una bala, lo que la convertía en un arma perfecta para distancias cortas.

El periódico inglés The Star publicó la noticia del ataque inglés a las fragatas españolas, una noticia que llegó a oidos de Manuel Godoy a través del capitán general del Departamento de Ferrol, Félix de Tejada.

Éste documento se conserva hoy en el Archivo General de la Marina del Viso del Marqués.

Tras el ataque inglés a la flotilla española en la que pereció la Mercedes, España ya no podía mantener su neutralidad. Por ello el 14 de diciembre de este mismo año declara la guerra al Reino Unido. El ataque quedaría para la historia como el preludio de la Batalla de Trafalgar.

Caja de compases y medidas empleadas en ingeniería naval para el diseño de las construcciones.

José Romero y Fernández de Landa fue primer Ingeniero Naval de la Real Armada Española. Desarrolló los planos de varios navíos de línea de dos y tres puentes y de las fragatas participantes en las grandes batallas navales de la época de finales del siglo XVIII y principios del XIX como el combate del Cabo de Santa María y en la batalla de Trafalgar.

Fernández de Landa firmó en el Ferrol el proyecto de fragata de 34 cañones siguiendo las novedades francesas e inglesas de aumentar sus baterías de cañones con respecto a la construcción anterior.

Este modelo de fragata de 34 cañones sirvió para la construcción de la Fragata Mercedes

El hundimiento de la Fragata Mercedes, su descubrimiento y expolio y posterior recuperación son el ejemplo de la importancia del estudio, la conservación y la difusión del Patrimonio Cultural en general y del subacuático en particular, bienes susceptibles de expolio constante.

El rico patrimonio arqueológico subacuático con el que cuenta España, protegido tanto por la Ley de Patrimonio Histórico Español como por el Convenio para la Protección del Patrimonio cultural Subacuático de la UNESCO del 2001, es fundamental para conocer la historia de España. Su conservación y difusión a la sociedad son obligaciones de las administraciones públicas a través de la cooperación y la colaboración.