By Museo Franz Mayer
Museo Franz Mayer, Ciudad de México
San Cristóbal con el niño Jesús (1500/1550) by Maestro del follaje bordado ( Activo entre 1480-1510)Museo Franz Mayer
La colección de pintura europea del Museo Franz Mayer
El Museo cuenta con una colección de 72 pinturas europeas del siglo XV al XIX.
Esta pintura, atribuida al "Maestro del follaje bordado", por su calidad y pequeñas dimensiones (50 x 30cm), demuestra su maestría y dominio en representar objetos en detalle extremo.
Fue adquirida por el coleccionista alemán, radicado en México, Franz Mayer, en junio de 1946.
La adquisición se realizó a través de su corredor de arte Hellmunth Wallach, junto con una serie de pinturas europeas que aún se conservan en el Museo.
El "Maestro del follaje bordado"
El historiador alemán Max Jakob Friedländer atribuyó, en 1926, el nombre de "Maestro del follaje bordado" a un artista y taller pictórico, activo en los Países Bajos, entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI.
El nombre se debe a que Friedländer comparó el follaje pintado en varias obras, con el patrón repetido que forman los puntos de sutura en el bordado de textiles.
El detalle del follaje de los árboles en esta pintura de la Colección Franz Mayer, elaborada al óleo sobre una tabla de madera, es un claro ejemplo de la manera en que los puntos del pincel se transforman en texturas, que recuerdan a las puntadas de un bordado.
Algunas obras que Friedländer identificó en varias colecciones son: un trípitico en la catedral de Burgos, España y otras en el Groeningemuseum, Brujas, Bélgica; el Musée des Beaux-Arts en Francia; el Museo de Arte de Filadelfia y el Instituto de Artes de Minneapolis en EUA.
La perspectiva a vista de pájaro, los colores saturados de pigmento, la inclusión de escenas de la vida cotidiana y la minuciosidad para representar detalles del paisaje y la vegetación son las principales características que comparten estas obras.
La pintura del Museo Franz Mayer, representa un episodio importante en la vida de San Cristóbal.
De acuerdo con "La leyenda dorada", el gigante Cristóbal de Licia, orgulloso de su fuerza, buscaba servir al rey más poderoso del universo.
Durante un tiempo, Cristóbal sirvió a un monarca y a Satán.
Un día apareció un ermitaño que le habló de Cristo como el amo poderoso que buscaba. El personaje está representado en la pintura con una linterna.
El ermitaño le aconsejó aprovechar su tamaño para ayudar a viajeros y peregrinos a cruzar un río peligroso.
Cristóbal siguió su consejo y en una ocasión, se encontró con un niño que pidió su ayuda para cruzar el río.
Cristóbal cargó al infante en sus hombros y se dispuso a pasar. Conforme se internaban en las aguas, el peso era cada vez mayor y el caudal del río subía.
Para lograr cruzar, tuvo que apoyarse sobre el tronco de un árbol, que estuvo a punto de romperse.
Al llegar a la otra orilla, el niño se dió a conocer como Cristo. Para probarlo, le pidió a Cristóbal que plantara su bastón de madera en la tierra. Enseguida, éste se convirtió en una palmera datilera.
Despúes del episodio, Cristóbal reconoció en Cristo a su amo.
La representación del cruce de San Cristóbal por el río, posee un significado: el paso de la vida terrenal a la espiritual, a través de la purificación del bautismo.
En la pintura de la Colección Franz Mayer, también se puede identificar uno de los atributos de San Cristóbal: la mariposa, símbolo de resurrección.
El relato fue ampliamente representado en la pintura europea de los siglos XV y XVI. Y el taller del "Maestro del follaje" no fue la excepción.
A partir de la leyenda, San Cristóbal fue considerado protector contra la muerte súbita o mala muerte, y venerado como santo de viajeros y marineros.
Museo Franz Mayer, Ciudad de México