By Fundación ICA, A.C.
Fundación ICA A.C.
La
exposición, compuesta por imágenes del Fondo Aerofotográfico del Acervo
Histórico de Fundación ICA en contrapunto con fotografías actuales, muestra la
permanencia y trasformación de los más de 50 espacios públicos del Centro
Histórico durante la mayor parte del siglo XX.
INTRODUCCIÓN
México cuenta con 51 sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, de los cuales, 12 bienes son naturales, 37 bienes son culturales y 2 mixtos. De los bienes culturales destacan los centros históricos de la Ciudad de México y Xochimilco como los primeros en registrarse en 1987, seguidos por los de Oaxaca, Guanajuato, Morelia, Zacatecas, Campeche y San Miguel de Allende. La UNESCO reconoció la relevancia histórica del Centro Histórico de la Ciudad de México tanto por el espacio público como de las edificaciones catalogadas como monumentos que conforman el patrimonio cultural urbano. En esta serie reunimos fotografías del Fondo Aerofotográfico de Fundación ICA –reconocido y registrado por el Programa Memorial del Mundo de la UNESCO– junto con fotografías actuales de Enrique Márquez, Jordán Rodríguez y Mercedes Aguado con la finalidad de mostrar la herencia cultural del Centro Histórico como patrimonio colectivo, histórico y patrimonial; su permanencia, transformación y formas de apropiación.
PLAZA DEL EMPEDRADILLO, ANTIGUA PLAZOLETA DEL MARQUÉS
En ese tiempo al Empedradillo se le llamó Calle de la Guardia, por aquella que se apostaba a la entrada de la casa del marqués. Con la construcción de la nueva Catedral en el siglo XVII su tamaño y forma cambiaron. A partir de entonces se le empieza a llamar Plaza del Marqués, precisamente por situarse frente a las Casas de Cortés, marqués del Valle de Oaxaca. El nombre de Empedradillo le vino por ser, la actual calle de Monte de Piedad, la primera empedrada de la ciudad. La Catedral, que es el edificio con el que linda la plaza del lado oriente, inició su construcción en 1573. Desde 1521, Hernán Cortés había destinado dos solares en el extremo norte de la Plaza Mayor para levantar la Catedral de México. La actual es la segunda construcción de ese tipo en este sitio. La primera se ubicaba en lo que hoy sería el ángulo occidental del atrio y se derribó al principios del siglo XVII. La nueva catedral fue dedicada el 22 de diciembre de 1667, cuando ya se habían concluido las bóvedas de la nave mayor, las del crucero y los muros laterales. Fue en 1791 que Manuel Tolsá se hizo cargo de la obra; con su dirección se dio unidad y armonía al edificio. Está dedicada a la Asunción de la Virgen María, patrona de la Iglesia. Durante el porfiriato en la Plaza se construyó un mercado de flores que fue referente del lugar; ocupaba un kiosco de cristal que finalmente fue trasladado a la Plaza de la Santa Veracruz.
PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN
La primera, más grande y principal plaza pública de la Ciudad de México y del país. Se ubica en donde con gran probabilidad estuvo el mercado prehispánico de Tenochtitlan al suroeste del complejo del Templo Mayor mexica. El nombre que ostenta se debe a la conmemoración de la promulgación de la Constitución de Cádiz en 1812, aunque popularmente se le identifica con el nombre de Zócalo por la estructura levantada ahí en 1843 como base de un monumento a la Independencia que nunca se llegó a construir. En la plaza, en distintos momentos de su historia, se establecieron dos mercados, el de El Parián, en donde, entre otras cosas, se vendían los productos llegados a la Nueva España desde Filipinas por la Nao de China. En la parte oriente se estableció un mercado tipo tianguis, así como la horca. A finales del siglo XVIII fue remozada y se construyó una balaustrada de cantera de forma elíptica con puertas de hierro forjado diseñada por José Antonio González Velázquez a la sazón director de la Real Academia de San Carlos; al centro se colocó la estatua ecuestre de Carlos IV, obra de Manuel Tolsá. Durante el largo periodo porfirista se colocó sobre el zócalo un kiosco de hierro donado a la ciudad por Antonio Escandón. Durante la primera mitad siglo XX se retiraron los árboles, se diseñaron jardines, se colocaron cuatro fuentes sencillas que ahora se encuentran en el Jardín de las Artes Plásticas de la colonia Doctores y se le sembraron palmeras.
PLAZA DEL SEMINARIO
Es el espacio que se forma entre el costado oriente de Catedral y los inmuebles que daban hacia la llamada calle de Seminario. El nombre lo toma del Seminario Conciliar de México, edificación que se encontraba en la parte norte de la plaza adosado a la Catedral. Este edificio dejó de ser el seminario en 1861, con motivo de la puesta en práctica de las Leyes de Reforma. Los seminaristas se trasladaron entonces a las instalaciones de lo que había sido el convento de la Orden de los Camilos, en la calle de Regina. El edificio se conservó como casa de vecindad hasta el primer tercio del siglo XX en que fue derribado para ampliar la plaza hasta la calle de Escalerillas o Guatemala. Es importante considerar que el espacio que ocupa esta plaza se encontraba dentro del recinto ceremonial de México-Tenochtitlan, por tal motivo a través de los tiempos se han encontrado infinidad de restos arqueológicos de la capital azteca y de aquí viene la relación con el otro nombre con el que se la conoce, el de “Plaza Manuel Gamio”. Este arqueólogo y antropólogo mexicano descubrió entre 1913 y 1914, en la esquina de Seminario y Santa Teresa (hoy Guatemala), una esquina del Templo Mayor, echando abajo la idea de que éste se encontraba debajo de la Catedral, tal como lo afirmara el arqueólogo Leopoldo Batres quien había encontrado una escalinata de la parte poniente del edificio en 1900, pero no la asoció con el templo. De aquí en adelante se multiplicaron los descubrimientos en muchos de los predios del rumbo hasta que en 1978 unos empleados de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro descubren accidentalmente el monolito de la Coyolxauhqui, enfrente del predio descubierto por Gamio, y es entonces que se da luz verde al proyecto del Templo Mayor que modificó la fisonomía de esta zona por completo.
PLAZA DE LAS VIZCAÍNAS
Antigua plaza de la jurisdicción de San Juan Moyotla, muy cerca de donde estuvo el Tecpan de San Juan y la desaparecida Plaza de Tumbaburros. Se ubica a espaldas del antiguo Colegio de las Vizcaínas. El antiguo Colegio de San Ignacio de Loyola Vizcaínas fue fundado en 1732 por los destacados miembros de la comunidad vasca Francisco de Echevestre, Manuel de Aldaco y Ambrosio de Meave, cuyos nombres recuerdan las calles aledañas, todos ellos pertenecientes a la cofradía de Nuestra Señora de Aránzazu. El colegio fue destinado a atender a niñas huérfanas, doncellas y damas viudas en necesidad de amparo. El proyecto corrió a cargo de Pedro Bueno Basori, cófrade de Aranzázu, sin embargo al morir éste, el proyecto quedó a cargo de Miguel José de Rivera Saravia. El edificio fue abierto en 1767 y hasta la fecha ha funcionado ininterrumpidamente. Las casas que rodean al Colegio y que dan a la Plaza, fueron rentadas en su momento como departamentos de los llamados de “taza y plato” para la manutención de la institución misma.
CALLE PEATONAL REGINA
De los más recientes espacios que han sido destinados a corredores peatonales en el Centro Histórico. Une las calles de 20 de Noviembre al oriente con Aldaco al oriente, a un costado del antiguo Colegio de las Vizcaínas. El proceso de transformación de esta calle y su entorno empezó en 2008 y actualmente ha modificado drásticamente imagen. De los edificios relevantes en este corredor, destacan la iglesia y ex convento de Regina Coeli. El Hospital Concepción Béistegui ocupó parte de lo que fuera el convento de Regina; al interior todavía se hallan vestigios de claustros y corredores del importante convento concepcionista. En el predio que ocupa la Universidad del Claustro de Sor Juana, se halla la celda de la Marquesa de Selva Nevada, diseñada por Manuel Tolsá para el retiro de la marquesa, hoy es sede del restaurante “Céfiro” atendido por alumnos de la citada universidad.
CALLE PEATONAL SAN JERÓNIMO
Resultado de un reordenamiento vial, este espacio toma su nombre del convento de San Jerónimo, el cual se encuentra del lado sur de la calle, entre Isabel la Católica y 5 de Febrero. El convento de San Jerónimo fue fundado en 1585 por monjas concepcionistas que siguieron la Regla de San Agustín aunque el templo fue terminado hasta 1623. El conjunto conventual ocupó una manzana completa, formada por la calle de San Jerónimo al norte, Monserrat al poniente (hoy Isabel la Católica), Rejas de San Jerónimo al oriente (hoy 5 de Febrero) y calle Verde al sur (hoy Izazaga). Para mediados del siglo XX el conjunto mostraba un marcado deterioro; parte de sus accesorias tenían los más diversos usos, desde casas de vecindad hasta establos, bodegas, el cine Salón Fausto o el famoso salón de baile Smirna. En 1963 el doctor Francisco de la Maza, gran estudioso de la arquitectura virreinal, fue autorizado para restaurar los coros –alto y bajo- del templo. Después de tres años el convento de San Jerónimo se transformó en la Universidad del Claustro de Sor Juana, título con el cual se recuerda la presencia de Sor Juana Inés de la Cruz, la Décima Musa, como parte de la comunidad jerónima a la que perteneció de 1669 a 1695, cuando murió contagiada de tabardillo, mientras atendía a otras hermanas enfermas que padecían de ese mal, durante una epidemia.
PLAZA LICENCIADO
PRIMO DE VERDAD O DE JESÚS
La hoy Plaza Licenciado Primo de Verdad, toma el nombre del precursor del movimiento insurgente, antes se le conoció como Plaza de Jesús por la presencia de la monumental iglesia del Hospital de la Purísima Concepción de María y Jesús Nazareno que se encuentra al sur de la plaza y que es la fundación hospitalaria más antigua de todo el continente aún en funciones, creada por el conquistador Hernán Cortés en 1524 en el mismo sitio en que se dio el primer encuentro con Moctezuma, huey tlatoani mexica. No siempre estuvo desocupado el espacio de la plaza. Durante gran parte del siglo XIX y la primera mitad del XX el espacio fue ocupado por el Hotel Humboldt hasta el ensanchamiento de la calle de Pino Suárez que a esta altura llevaba el nombre de calle de la Plaza de Jesús. Al oriente de la plaza se encuentra uno de los grandes palacios coloniales con los que cuenta la ciudad, la Casa de los Condes de Santiago de Calimaya que hoy alberga al Museo de la Ciudad de México, casa señorial, obra de Francisco Guerrero y Torres de 1777 que, como varias de ese tiempo, incorporó un elemento prehispánico en su estructura, en este caso fue una cabeza de serpiente en la esquina inferior suroeste del edificio, la que da al cruce de Pino Suárez y República de El Salvador.
JARDÍN DE SAN
MIGUEL ARCÁNGEL
El jardín o plaza de San Miguel Arcángel, contrario a lo pudiera pensarse, es de origen más bien reciente. Surge a mediados del siglo XX después de que se derriba el llamado cine Rialto y una serie de casas que estaban adosadas a éste y daban frente a la calle de San Jerónimo. El nombre lo toma de la parroquia de San Miguel Arcángel, una de las primeras de la capital que estuvo en los límites de la misma y el barrio de indios de San Juan Tenochtitlan. Tuvo su origen en la cercana capilla de San Lucas y después fue trasladada a el magnífico templo barroco que la alberga hasta ahora, obra de Pedro de Arrieta de 1690. En esta iglesia se encuentra el monumento funerario de Alonso de Villaseca, trasladado a este lugar de templo del ex Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo; también es de destacar su colección de arte sacro. Anteriormente pasaba una calle frente al templo llamada callejón de San Miguel. Actualmente en el jardín hay uno de los accesos a la estación del Metro Pino Suárez de las Líneas 1 y 2.
PLAZA JUAN JOSÉ BAZ
Antigua plaza que, según la tradición, es el lugar en donde se realizó el presagio de Huitzilopochtli a los mexicas: encontraron un águila posada sobre un nopal devorando a una serpiente. Como recuerdo a este acontecimiento se levantó una sencilla fuente coronada por un águila revestida de bronce dorado de la que hay quienes remontan su origen hasta el siglo XVI. A partir de la segunda mitad del siglo XIX a esta Plaza se le denomina Juan José Baz, personaje que fue gobernador del Distrito Federal durante la época de la Reforma.
PLAZA ALONSO GARCÍA BRAVO
Forma parte de los terrenos que originalmente ocupó el convento de Nuestra Señora de la Merced Redención de Cautivos mismo que, al aplicarse las Leyes de Reforma fue parcialmente mutilado, dando origen en el espacio resultante a una plaza en la cual, al establecerse en ese espacio los comerciantes del rumbo, se le conoció popularmente como Plaza del Mercado, hasta que en 1880 se estableció ahí de manera formal el Mercado de la Merced, estructura de hierro que subsistió hasta mediados del siglo XX y fue referente del rumbo por mucho tiempo. En 1957 con el traslado del mercado a donde ahora se encuentra se recuperó la plaza. En 1977 se erigió ahí una fuente que conmemora la creación del trazo novohispano de la ciudad dedicándose la plaza al alarife Alonso García Bravo, quien trazó la ciudad novohispana por órdenes de Hernán Cortés, y aparece acompañado en el conjunto escultórico por Bernardino Vázquez de Tapia y dos indígenas.
PLAZA DE LA ANTIGUA ALHÓNDIGA
ALHÓNDIGA
Ubicada en la calle de Alhóndiga entre Corregidora y Soledad, por donde entraba el Canal de la Viga que corría por la calle de Roldán, este espacio fue considerado la entrada al barrio de la Merced que siempre se caracterizó por su vocación comercial. En su costado oriente se estableció la Casa de la Alhóndiga, sobria y adusta construcción cuyos patios sirvieron, desde los inicios del siglo XVIII, para almacenar los granos que la Catedral de México recibía de los indígenas en forma de diezmo; es decir, la décima parte de las ganancias producto de las cosechas anuales de los campos de labor del Arzobispado de México, por lo cual también es conocida como Casa del Diezmo. Por encima de la puerta aún existe un relieve en cantera con el escudo Vaticano: la tiara papal con las dos llaves, terrenal y celestial, entrelazadas. La mayor parte de las edificaciones que enmarcan la plaza aún conservan sus fachadas del siglo XVIII. Este espacio ha sido referente de la ciudad desde tiempos remotos y como tal, retratado en grabados, litografías y fotografías.
PLAZA DE LA
SANTÍSIMA
El nombre de esta plaza, ubicada en la esquina de República de Guatemala y la peatonal, Santísima, se debe a la cercana iglesia de la Santísima Trinidad, templo levantado a instancias del gremio de los sastres. Con el tiempo se convirtió en la sede de la Archicofradía de la Santísima Trinidad y la Congregación de San Pedro, prestigiada asociación novohispana a la que las personas mas prominentes de la ciudad querían pertenecer; fue también sede de un hospital para menesterosos y religiosos retirados. La plaza, establecida a una calle de la iglesia, estaba circundada al poniente y al sur por casas habitación, al norte por la calle de la Plazuela de la Santísima, hoy Guatemala y al oriente por la calle de Santísima y, cruzando ésta, por las instalaciones de la Congregación de San Pedro.
PLAZA DE LORETO
Ubicada frente a la iglesia del mismo nombre, se halla cercada por las calles de San Ildefonso al norte, Loreto al oriente, Justo Sierra al sur y casas habitación al poniente. Dentro de los edificios de gran valor histórico que rodean la plaza destacan el de la Universidad Obrera, que antiguamente perteneció al Colegio Jesuita de San Gregorio, destinado a la enseñanza de los indígenas; la iglesia de Nuestra Señora de Loreto; la iglesia del ex convento de Santa Teresa La Nueva y la Sinagoga Histórica del Centro. La iglesia de Loreto merece especial atención por ser uno de los máximos exponentes de la arquitectura neoclásica de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Obra de Agustín Paz e Ignacio Castera con base en un proyecto original de Manuel Tolsá. La cúpula del templo de Loreto es la más grande y destacada de la ciudad, ejemplo claro de la importancia que se le otorgó a este elemento durante el neoclásico. La devoción a la Virgen de Loreto fue introducida a la Nueva España por la compañía de Jesús y es uno de sus templos más destacados, ubicado al extremo sureste del conjunto conformado por el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo y el Colegio de San Gregorio.
PLAZA DE SANTA CATARINA
Se localiza frente a la iglesia de la misma advocación en el cruce de República de Brasil y Honduras, antes llamadas Santa Catarina y Amargura. Originalmente estaba fuera de la traza española de la capital en el límite entre los antiguos barrios de Cuepopan y Atzacualco. La plaza es una de las mas antiguas de la ciudad pues ya aparece en el mapa de Juan Gómez de Trasmonte de 1628; fue ocupada como baratillo desde los inicios de la época colonial hasta ya bien entrado el siglo XVIII. Continuó como baratillo durante todo el siglo XIX hasta que fue restaurada en 1881 para establecer un mercado en forma. En el siglo XX, la Plaza fue remodelada con motivo de un ambicioso programa de restauración del Centro Histórico en vísperas de los XIX Juegos Olímpicos de 1968.. El templo actual fue levantado entre 1640 y 1662, bajo diseño de Juan de Medina Vargas, con modificaciones en los siglos posteriores. Ahí se detuvo la imagen de la Virgen de Guadalupe en 1629 y en 1634 cuando, en procesión solemne, visitó la capital con motivo de la grave inundación de 1629.
PLAZA 23 DE MAYO
Espacio correspondiente al antiguo atrio del conjunto dominico. Su nombre se debe a la fecha en que se otorgó la autonomía a la Universidad Nacional de México en 1929. La barda que cerraba el atrio desapareció junto con otras dependencias del convento al aplicarse las Leyes de Reforma a mediados del siglo XIX, quedando así abierto en su totalidad al tránsito peatonal. Para conmemorar la fecha del otorgamiento de la autonomía a la Universidad fue que se decidió asignar el nombre oficial que lleva ahora este espacio, por haber sido un punto de encuentro de la comunidad estudiantil del viejo barrio universitario.
PLAZA DE SANTO DOMINGO
La segunda plaza más importante de la ciudad después de la Plaza Mayor, aparece desde la primera traza de la ciudad colonial y va a estar marcada por la presencia del templo y convento dominicos, como puede apreciarse desde el primitivo plano que se conserva en la Universidad de Upsala, Suecia, que data de 1550. Desde épocas tempranas la plaza tuvo una fuente que proveía de agua potable que venía por una cañería desde La Mariscala, ésta contaba con la escultura de un águila devorando a la serpiente que fue referente del rumbo y motivo de confusión en tiempos recientes por la presencia de una fuente con este mismo motivo, pero con diferente escultura, por los rumbos de La Merced. Durante una restauración de la plaza en 1890 la fuente “del aguilita” fue reemplazada por otra coronada con la escultura de la Corregidora de Querétaro, Josefa Ortiz de Domínguez, obra del italiano Enrique Alciati. Esta famosa plaza, rodeada de edificios majestuosos, alberga en sus portales a los afamados evangelistas quienes, al principio de la Colonia, se habían situado en el portal de Mercaderes.
PLAZA DE LA CONCEPCIÓN CUEPOPAN
Ubicada frente a la portada de la iglesia del ex convento de la Concepción, en la actual calle de Belisario Domínguez, es una de las más antiguas de la ciudad. Su creación se remonta a 1567 cuando don Cristóbal de Salazar y su esposa Francisca donan este espacio al convento concepcionista. El elemento fundamental de esta plaza es la pequeña capilla del siglo XVII que fue modificada en el XVIII. Se piensa que originalmente fungió como bautisterio o capilla de alguna cofradía o gremio, esto por la similitud con la desaparecida Capilla de Talabarteros ubicada en la Plaza del Marqués a un costado de la Catedral; con el tiempo, tuvo varias funciones incluyendo depósito de cadáveres hasta 1893 en que fue clausurada, por esta situación también se le conoció como Capilla de los Muertos; se libró de la piqueta en 1898 tras el dictamen a su favor del ingeniero Mateo Plowes.
PLAZA DE MONTERO
Se encuentra muy cerca de la conocida Plaza Garibaldi, en lo que fuera el antiguo barrio prehispánico de Texcazonco y después parte del barrio de la Lagunilla. De origen ambiguo, al parecer el nombre de Montero se debe al conquistador Diego Montero, quien participó en la conquista y pacificación de México y después se fue a vivir a Antequera, hoy Oaxaca. La plaza tiene salida al sur a la calle de Perú, anteriormente llamada calle de la Cerca de San Lorenzo en ese tramo, misma que anteriormente fue una acequia, está conectada hacia el norte por otra pequeña calle llamada Plaza Montero, con la Plaza de Garibaldi.
PLAZA GARIBALDI
Históricamente conocida como “Plaza del Jardín”, perteneció al antiguo barrio prehispánico de Texcazonco en la jurisdicción de Cuepopan. Estrictamente, la plaza tomó importancia en el siglo XX al establecerse ahí el “Tenampa”, propiedad de Juan Hernández Ibarra oriundo de Cocula, Jalisco; a partir de entonces, el espacio se convirtió en centro de reunión para diversos negocios con una oferta de corte folklórico que conjugan música de mariachi y comida tradicional que resulta muy atractiva para el turismo nacional e internacional. El nombre de Garibaldi se debe a José “Peppino” Garibaldi, nieto del héroe de la unificación italiana Giuseppe Garibaldi, que participó en la revolución maderista en 1911. Muchos son los establecimientos que le han dado fama a la plaza como lo fue el Teatro Garibaldi, llamado después “Follis Bergere”, sitio que ahora ocupa el Museo del Tequila y el Mezcal; el citado “Tenampa”; el “Guadalajara de Noche”; el “Tropicana”; la pulquería “Hermosa Hortencia” y el mercado de comida tradicional mexicana “San Camilito”. La festividad principal de la plaza es el 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, patrona de los músicos.
PLAZA AQUILES
SERDÁN, ANTIGUA PLAZA DE VILLAMIL
Se encuentra enclavada en el antiguo barrio de Cuepopan, El sitio tiene el privilegio de ser el lugar de donde salió el primer viaje en tren desde la capital del país, corriendo de este sitio, antes llamada Plaza de Villamil, a la Villa de Guadalupe el 4 de julio de 1857. En el espacio en donde ahora se halla el Teatro Blanquita se instaló en el último tercio del siglo XIX el famoso Circo Orrin, favorito de la sociedad porfiriana y lugar donde triunfó el payaso Ricardo Bell. También en este lugar se instaló un kinetoscopio, antecedente del cinematógrafo, en 1895, y se hicieron unas de las primeras presentaciones en la ciudad. . En la plaza encontramos una escultura del proto revolucionario Aquiles Serdán y otra de la actriz y cantante María Victoria, ésta relacionada con el Teatro Blanquita. Aquiles Serdán también le dio nombre por algún tiempo a ese tramo del ahora Eje Central.
PLAZA MANUEL TOLSÁ,
ANTIGUO JARDÍN DE COMUNICACIONES
Antiguamente este espacio fue ocupado por el Colegio seminario jesuita de Nuestra Señora Santa Ana abierto en 1642 y que cambió su nombre a San Andrés en 1676. Una vez consumada la Independencia, el hospital continuó a cargo de la Mitra de México hasta que las Leyes de Reforma lo secularizaron en 1861 y los bienes que poseía fueron desamortizados.Fue en ese año de 1905 que se comienza la construcción del Palacio de Comunicaciones, de acuerdo al proyecto del italiano Silvio Contri. Los acontecimientos producidos por el inicio de la Revolución, hicieron imposible que Porfirio Díaz inaugurara este palacio. En tal virtud, fue don Francisco I. Madero quien en 1912 puso en servicio la sede de la Secretaría de Comunicaciones. En el viejo palacio continuaron funcionando algunas oficinas de la Secretaría y la oficina de telégrafos, hasta que en 1973 ocupa las instalaciones el Archivo General de la Nación que en 1982 se reinstaló en Lecumberri, mismo año en que comienza a funcionar aquí el Museo Nacional de Arte. Al ser trasladada la escultura de Carlos IV “El Caballito” a este sitio en 1979, la plaza adquiere el nombre del artista valenciano Manuel Tolsá cuyas obras cumbres, la escultura ecuestre y el Palacio de Minería adornan el espacio.
JARDÍN DEL PALACIO DE
BELLAS ARTES
Este espacio que se abre frente a la entrada principal del Palacio sobre Avenida Juárez estuvo ocupado por la nave de la iglesia del convento de Santa Isabel, cuyos restos fueron encontrados durante los trabajos para la construcción del estacionamiento subterráneo. Por mucho tiempo este espacio, sólo una explanada, fue utilizado como estacionamiento mismo que estaba separado del Palacio por la prolongación de la Avenida 5 de Mayo que llegaba justo a la entrada del inmueble. En este magnífico espacio destacan las esculturas de los Pegasos, obra del español Agustín Querol, que desde 1921 habían sido colocadas en cada una de las esquinas del Zócalo capitalino y antes, todavía durante el proceso de construcción del Palacio, en los ángulos superiores del cuerpo de tramoyas de Bellas Artes, para donde habían sido destinadas originalmente, pero dado que su peso aceleraba el hundimiento del inmueble, se determinó retirarlas.
ALAMEDA CENTRAL
Es el jardín público más antiguo del Continente Americano, creado en 1592 durante el gobierno del virrey Luis de Velasco, de acuerdo al diseño de Francisco de Avis. En un principio se sembraron olmos de Coyoacán, mismos que más adelante fueron sustituidos por fresnos. Fue dotada de una puerta de acceso al oriente y circundada por una acequia. En 1770, el virrey marqués de Croix mandó derribar el viejo quemadero de herejes que se encontraba justo en los límites occidentales del jardín y tomando también la plazuela de Santa Isabel, en el extremo oriente, la Alameda adquirió la forma rectangular que hasta la fecha conserva. En cada esquina se colocó un puente para la entrada de coches y peatones y otra por la actual Avenida Juárez. Las calles exteriores se ensancharon y las interiores se trazaron en forma de X; se colocaron, además, fuentes que estaban dedicadas a deidades mitológicas. El diseño fue de Alejandro Dancourt. Las obras concluyeron durante el gobierno del virrey Antonio María de Bucareli y Ursúa. Durante la primera mitad del siglo XIX tuvo modificaciones mínimas que con el tiempo llevaron a su deterioro, no sin antes convertirse en uno de los motivos favoritos para cuadros costumbristas tan de moda en esa época. En julio 1867 la Alameda fue sede de un banquete popular ofrecido por el Ayuntamiento a don Benito Juárez para celebrar el Triunfo de la República. Durante el porfiriato, la Alameda se convirtió en el escenario predilecto para fiestas, ceremonias y desfiles militares. Hicieron historia los conciertos dominicales y, en 1892, se instaló la luz mercurial lo que facilitó el paseo familiar nocturno.
PLAZA DE LA SANTA
VERACRUZ
Una de las más antiguas de la ciudad, espacio que se forma entre las iglesias de la Santa Veracruz y San Juan de Dios. Por un tiempo se le conoció como Plaza Morelos, por estar ahí la escultura del prócer que obsequió el emperador Maximiliano a la ciudad, misma que originalmente estuvo en la Plaza Guardiola. De ahí pasó a este espacio y de aquí a la colonia de La Bolsa, dándole así el nombre de Morelos, como se le conoce actualmente. Igualmente en algunos registros aparece como Plaza de San Juan de Dios. En este sitio se estableció un mercado de flores proveniente de la Plaza del Marqués, frente al Monte de Piedad, en abril de 1927. Con motivo de los XIX Juegos Olímpicos, en 1968 fue totalmente remozada con la intención de encontrar el nivel original de los templos, de ahí que actualmente sea necesario bajar algunas escaleras para acceder a la plaza.
Fundación ICA A.C.