Florero pez (1931) de William Spratling y Dwight Morrow, embajador de los Estados Unidos en aquella época, le comentó a Spratling que Taxco era un pueblo minero por tradición, conocido por la producción de plata, pero carente de una industria que se dedicara a diseñar y fabricar joyería y artículos para la casa. Este comentario cambiaría el curso de la historia artística y económica de Spratling y de Taxco. Su empeño por impulsar un diseño inherente a la cultura de nuestro país y una metodología de trabajo eficaz desencadenó en el renacimiento de la platería mexicana, convirtiendo a Spratling en el padre de la joyería moderna en México e hijo predilecto de Taxco.Museo Franz Mayer
Florero pez
El pie y el perfil de las asas de plata están inspirados en motivos vegetales, enredaderas, guías, flores y hojas de acanto, que dan elegancia y riqueza a la pieza.
Su empeño por impulsar un diseño inherente a la cultura de nuestro país y una metodología de trabajo eficaz desencadenó en el renacimiento de la platería mexicana, convirtiendo a Spratling en el padre de la joyería moderna en México e hijo predilecto de Taxco.
Jarra redonda con detalle de listón en asa de William SpratlingMuseo Franz Mayer
Motivado por el potencial de la región y buscando estimular la orfebrería entre la población para, poco a poco, regenerar la abandonada industria de la plata local, Spratling compró una pequeña casa en la calle de Las Delicias.
En 1930 invitó al joven orfebre Artemio Navarrete, originario de Iguala, a enseñar el arte de trabajar con la plata a los hombres de Taxco. En un inicio su producción estuvo enfocada en servicios de mesa —cubiertos, juegos de té, platos, ensaladeras, charolas— y joyería.
Collar casquillas de William SpratlingMuseo Franz Mayer
En 1935 Spratling fundó el famoso Taller de Las Delicias que llegó a emplear a 300 artesanos organizados bajo el modelo de los gremios de origen medieval, en el que los maestros se comprometían a enseñar el oficio a los aprendices.
Héctor Aguilar, Antonio Pineda, Antonio Castillo, Valentin Vidurreta y Sigi Pineda aprendieron el oficio de la platería en el Taller de Las Delicias, convirtiéndose en reconocidos maestros del diseño mexicano en plata.
Candelabros trompeta de William SpratlingMuseo Franz Mayer
Durante el esplendor del Taller de Las Delicias la variedad de objetos que se produjeron se amplió para incluir más artículos para el hogar como candeleros, cafeteras, recipientes, ceniceros y cajas.
Su tienda en el centro de Taxco era una visita obligada para los turistas y viajeros que paraban en la ciudad. El influjo de Spratling en el mercado de la platería en Taxco fue indiscutible
Collar sol de William SpratlingMuseo Franz Mayer
Es claro en la mayoría de los diseños de Spratling que la iconografía precolombina era un tema que le emocionaba. El sentido de proporción, equilibrio y forma en las grecas, imágenes y símbolos de los pueblos originarios significó una abundante fuente de inspiración para él.
Esta estética fue lo que impulsó la consolidación de un verdadero movimiento de diseño en Taxco.
Collar caja de William SpratlingMuseo Franz Mayer
Para la década de 1940, Spratling era considerado una celebridad y sus diseños eran conocidos en todo el mundo, mientras que Taxco se convirtió en una ciudad próspera.
Los motivos con flechas, discos, nudos gordianos, jaguares y coyotes entrelazados se combinaron con materiales como carey, azurita, obsidiana, amatista y palo de rosa.
Juego jaguar de William SpratlingMuseo Franz Mayer
Spratling conoció a Alberto Ulrich, quien se convirtió en un gran amigo con quien compartió la fascinación por la historia mexicana y un espíritu aventurero. Hoy en día el rancho se mantiene como el taller donde se produce el legado en plata de Spratling.
Alberto Ulrich dirigió la compañía hasta su muerte en 2002. Sucesores de William Spratling continúa operando bajo la guía y gestión de Violante y Consuelo Ulrich, hijas de Alberto Ulrich.